Nos encontramos en el último fin de semana de actividad de la Fórmula 1 en el 2025 y el cierre promete ser espectacular debido a que tres pilotos, Lando Norris, Max Verstappen y Oscar Piastri; aún tienen posibilidades de llevarse el campeonato de esta temporada y todo se decidirá en esta última carrera, algo que no ocurría desde hace mucho tiempo.
La última vez que tres pilotos llegaron con posibilidades matemáticas de ganar el Campeonato Mundial de la F1 en la última carrera fue en la temporada 2010, durante el Gran Premio de Abu Dabi. De hecho, no solo fueron tres, sino cuatro los contendientes al título: Fernando Alonso, Mark Webber, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton.
Dicha combinación convirtió aquella definición en una de las más tensas y recordadas de la era moderna, un cierre marcado por estrategias inesperadas, presión psicológica y un desenlace que tomó por sorpresa a la mayoría de analistas.
Alonso llegaba como líder del campeonato con Ferrari, seguido de cerca por Webber con Red Bull, ambos con una ventaja cómoda respecto al resto. Vettel, también de Red Bull, se encontraba tercero, mientras que Hamilton, con McLaren, mantenía posibilidades remotas, pero aún reales, de pelear por el título.
La carrera se decidió principalmente por la estrategia. Alonso y Webber realizaron paradas tempranas para intentar cubrirse mutuamente, pero ambos quedaron atrapados detrás de coches más lentos, lo que comprometió por completo sus opciones.
Vettel, en cambio, mantuvo un ritmo sólido en pista limpia y extendió su stint lo suficiente para asegurar una posición privilegiada después de su parada. Fue un ejemplo perfecto de cómo la gestión de neumáticos y la lectura del ritmo global pueden definir un campeonato aun cuando el piloto no es el favorito inicial. Hamilton, por su parte, nunca tuvo el ritmo necesario para acercarse al liderato, pero su presencia matemática añadió tensión al escenario.
¿Quién ganó el campeonato en aquella ocasión?
El resultado final fue histórico, Vettel ganó la carrera y se coronó campeón del mundo, convirtiéndose en aquel momento en el más joven de la historia. Su triunfo sorprendió porque nunca había liderado la tabla durante todo el año hasta ese preciso instante final.
Para muchos, la definición de 2010 permanece como una de las más impredecibles y emocionantes, no solo por la cantidad de contendientes implicados, sino por cómo la estrategia, el tráfico en pista y la presión llevaron a un vuelco total en la clasificación. Desde entonces, aunque ha habido finales intensos, ninguno ha llegado con tres pilotos o más involucrados en la lucha por el título.
