Lo macabro, lo siniestro y lo trágico también rodea a los autos. El día de ayer charlamos sobre historias macabras y reales que rodean a los autos malditos.
Autos que a su paso dejan una estela de sangre y tragedia que es difícil diferenciar de la coincidencia o lo paranormal.
Pero hay otra clase de autos malditos, autos cuya relación con lo macabro no se dio necesariamente a partir de sucesos reales, sino ficticios, pero igualmente impactantes.
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Hablamos ahora de los autos malditos del cine; los clásicos modelos de los grandes clásicos del cine de terror, que son perfectos para recordar en estas fechas.
Para continuar con este especial de Halloween y Día de Muertos, te dejamos aquí esta breve lista.
Los autos inolvidables de los grandes clásicos del cine de terror
Pontiac Le Mans 1967, La noche de los muertos vivientes
Sin duda uno de los más grandes clásicos del cine de horror, y una de las películas de culto por antonomasia, dirigida y coescrita por George A. Romero.
Estrenada en 1968, la película narra los espantosos sucesos que se detonan después de que los muertos insepultos vuelven a la vida para devorar la carne de sus víctimas.
Se trata de la película que creó a un nuevo monstruo: el zombie, y que dejó sobre la mesa todos los arquetipos de esta criatura hoy tan común en el cine.
Al inicio de la película, los dos hermanos Barbara y Johnny, llegan a un panteón a bordo de este hermoso Pontiac Le Mans. Un modelo de 1967 con motor de 6 cilindros en línea de General Motors.
Chevrolet C Series 1971, La masacre de Texas
Otro de los grandes clásicos del género slasher. Esta película, además, tiene un comentario social y una crítica demoledora de la industria y consumismo estadounidenses; especialmente de los horrores que se viven en la industria de la carne.
Dirigida por Tobe Hopper en 1974, su última secuencia es una de las más espeluznantes en la historia del cine.
El asesino Leatherface persigue a Sally Hardesty, quien huye a bordo de esta pick-up Chevrolet C Series de 1971.
Una vez que Sally ha huído, el afeminado y abominable hombre de la motosierra hace un baile con su arma homicida, mientras el sol cae a su espalda.
Mercedes-Benz 280 SE 1972, El exorcista
Un filme inolvidable que marcó la infancia de muchos; la cara endemoniada de Reagan, la niña poseída de la película, es y seguirá siendo uno de los iconos del horror más famosos del mundo.
Dirigida por William Friedkin en 1973, a partir de una novela de William Peter Blatty, narra las dificultades de Chris MacNeil, luego de que su hija Reagan fuera poseída por un demonio que yacía en una vieja estatua de Pazuzu.
Cuando todo ha terminado y el exorcismo está completo, Reagan huye de su casa de Georgetown a bordo de este lujoso Mercedes-Benz 280 SE de 1972.
Volkswagen sedan 1973, El resplandor
Cómo no recordar al papá más violento del cine: Jack Torrance, quien pierde el control de sí mismo para convertirse en el casi victimario de su familia luego de una temporada de aislamiento en el hotel Overlook.
Un viejo recinto en donde políticos corruptos, presidentes y matones han quitado vidas y dejado las propias.
Basada en la exitosa novela de Stephen King, y adaptada en 1980 por Stanley Kubrick, al principio de la película la familia viaja a bordo de este clásico ‘vocho amarillo’ de 1973.
El Hotel Overlook se mira en el horizonte y la música tensa crece.
Aston Martin DB2/4 1954, Los pájaros
Quizá una de las mejores películas en la extensa filmografía del genio estadounidense del horror y el misterio, Alfred Hitchcock.
Dirigida por él en 1963, es un híbrido entre el terror psicológico y el horror. Al principio de la película, la guapa y rebelde socialité, Melanie Daniels (interpretada por Tippi Hedren en su debut) viaja hasta un remoto pueblo donde será victimizada por una horda de pájaros asesinos.
Su compañero de viaje es nada menos que un Aston Martin DB2/4 de 1954. Un clásico deportivo con motor Lagonda de 2.6 litros y seis cilindros en línea.
Plymouth Fury 1958, Christine
Quizá la película más directamente relacionada con los autos y el horror. Una historia violenta de un auténtico auto maldito dirigida por John Carpenter en 1983, el maestro detrás de franquicias como Halloween.
Narra la historia de un Plymouth Fury de 1958 maldito desde su salida de la línea de producción, y que mata a su ocupantes de formas violentas. Un auto que está en realidad poseído por un demonio sediento de sangre.