Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO o El Peje, si en una de sus conferencias mañaneras le preguntan por los Bicitekas, antes de decir que sí los conoce, probablemente suspire y vea al cielo, recordando el acontecimiento que tuvo con ellos cuando era el Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Los Bicitekas se formaron en 1998. Desde entonces, sus intenciones han sido las de mejorar la movilidad en la Ciudad de México. En ese año ya había planes para que la arteria vial Ferrocarril de Cuernavaca se convirtiera en ciclovía. Al mismo tiempo, el Gobierno pensaba ampliar el Periférico, construyendo un segundo piso.
Entre el año 2000 y 2005, AMLO estaba al mando de la Ciudad de México y comenzaron las licitaciones para la ampliación del Periférico. Gran parte de las construcciones terminaron afectando a un sinfín de ciudadanos, por lo que se daban protestas y cierres viales.
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Quienes también estaban en contra de la construcción del segundo piso, proyecto que generó más autos en las calles, por supuesto que eran los Bicitekas. No se quedaron con los brazos cruzados y planearon el bicisecuestro —como ellos llamaron— a AMLO.
El bicisecuestro a AMLO
Los Bicitekas, para llevar a cabo el bicisecuestro, memorizaron las rutas que tomaba AMLO desde el sur al Zócalo. Se encargaron de seguirle el paso a su característico Tsuru blanco. De esa forma fijaron el día en que lo interceptaron en la calle 20 de Noviembre, muy cerca del Zócalo.
El bicisecuestro ocurrió alrededor de las 5:30 de la mañana. Quince integrantes de los Bicitekas, soportando el frío capitalino, encapsularon el Tsuru, mientras otro grupo ciclista se encontraba afuera de las oficinas de la Jefatura de Gobierno, con sus bicicletas haciendo de barrera para no dejarlo entrar.
Cuando AMLO se vio rodeado por un grupo de ciclistas, naturalmente se sorprendió; le llamó la atención y no se explicaba qué querían. Bajó la ventana de su Tsuru y los Bicitekas le dieron un documento donde venía la propuesta para construir la ciclovía de Ferrocarril de Cuernavaca; también le mostraron su inconformidad por la construcción del segundo piso del Periférico.
AMLO, al haber vivido su primer y único bicisecuestro, después de darse cuenta que la bicicleta comenzaba a tomar las calles de la ciudad, un poco a la fuerza dejó que se construyera la ciclovía de Ferrocarríl de Cuernavaca, la cual, hasta la fecha, aparte de ser considerada peligrosa, está muy mal trazada y no lleva a ningún lado en específico.
Así fue la historia del bicisecuestro a AMLO por parte de los Bicitekas, quienes sostienen que la hizo únicamente para mitigar la construcción del segundo piso del Periférico.