Conducir un scooter Vespa, es tener parte de una historia dentro del mundo del motociclismo. Su origen se remonta a 1946, con el modelo Vespa 98. Ese año, en el Club de Golf de Roma, Italia, al público presente se le mostró este nuevo medio de transporte que, aparte de ser eficiente, les daría muchísimo estilo. También, era una forma de mostrarle a cualquier escéptico que un vehículo así de estético podía ser poderoso, con su motor que alcanzaba una velocidad de 60 kilómetros por hora.
En aquel entonces había dos versiones de Vespa: la estándar y la de lujo. La primera tenía un precio de 55 mil liras, mientras que la otra alcanzaba las 66 mil liras. Por lo mismo, causó revuelo entre la sociedad italiana, con comentarios buenos y otros malos. No obstante, fueron en mayoría las cosas positivas que se hablaban de estos scooters, por lo que las calles y avenidas italianas comenzaron a llenarse de Vespas.
Un año después se construyó el segundo modelo: el Vespa 98 Corsa Circuito, diseñada para las carreras. Contaba con tres velocidades, por lo que alcanzaba los 80 kilómetros por hora. Ya para finales de los años cincuenta, cuando estos scooters italianos gozaban de una enorme popularidad, la firma decidió lanzar un auto bajo el nombre de Vespa 400, el cual era hermoso por su tonalidad celeste. La velocidad que alcanzaba era de 90 kilómetros y se fabricaron 30 mil unidades.
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Popularidad de Vespa
Al transcurrir los años, Vespa fue ganando terreno y lanzando modelos que se han convertido en emblemáticos, destacando el 50, el GTS 300, Rally 200 o el PX, entre otros. Igualmente, su historia se ha cruzado con el mundo de las artes y los terrenos juveniles.
En los años sesenta, un par de amigos catalanes, inesperadamente se cruzaron con Salvador Dalí, quien terminó plasmando su arte en la carrocería del scooter. De hecho, la Vespa ha formado parte de exposiciones en distintos museos, siendo así parte del mundo que envuelve a este vehículo. Y un par de años antes, en la Gran Bretaña surgieron los mods, que era una subcultura juvenil. Ellos, para ser distintos y negándose a usar el transporte público, comenzaron a usar Vespas; también de la marca Lambretta, que eran la competencia. Ambas en aquel tiempo eran económicas, por lo que fácilmente podían adquirirse.
Es así que Vespa cuenta con su propio mundo. Hasta la fecha se organizan rallys, encuentros, viajes de kilometrajes largos, fiestas y demás eventos que conmemoran toda una tradición de desplazarse en dos ruedas con estilo y de forma distinta.