Stephanie “Fefi” Devoto a los 22 años tuvo su primera carrera de motociclismo. No encontró nada más apasionante y lleno de adrenalina que estar en un circuito montando una motocicleta. Lo primero que aprendió lo hizo por ella misma, más porque en su país, Uruguay, no existe mucha tradición en este tipo de deportes; tampoco gente especializada y que acostumbre apoyarlo Desde entonces, sólo ha estado pensando en ganar y ganar, alcanzando las velocidades máximas de 320 kilómetros por hora.
Fefi Devoto no le tiene miedo al peligro, mucho menos a los accidentes. Cuenta con el apoyo de su familia, principalmente con el de su pareja, quien también es piloto de motociclismo. Sus dos cuñados igual son parte del equipo. Uno es el encargado de la mecánica, de tener su motocicleta afinada y en las mejores condiciones. El otro está en los boxes.
Ha participado en distintas carreras, tanto de velocidad y enduro, entre otras categorías. Las competencias han sido organizadas en Uruguay, Argentina, Brasil y España. En el campeonato organizado en su país fue subcampeona la primera vez que compitió y en el segundo año se coronó.
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Algo interesante es que, en Europa, compitiendo en España, comenzó a competir en contra hombres, logrando quedar dentro de las primeras diez posiciones.
Para ser la mejor, Fefi Devoto trata de estar entrenando siempre, trabajando en cosas de coordinación y fuerza. Sin embargo, no niega que al principio sufrió discriminación de los hombres, ya que comúnmente es un deporte plagado por el sexo masculino. Pero con el tiempo se ha ganado respeto y la admiración del gremio de motociclistas.
Recientemente, Fefi Devoto se convirtió en la primera mujer en ganar el título del Superbike Argentino, lo cual dice que el deporte está creciendo, y con el poco a poco se irán acercando más chicas, ya que se han dado cuenta que la línea entre sexo débil y sexo fuerte está desapareciendo en los deportes de velocidad.