El mítico Escuadrón 201, el grupo de 30 pilotos y más de 300 operadores, que luchó a nombre de México en la Segunda Guerra Mundial, ha perdido a uno de sus últimos veteranos: Horacio Castilleja Albarrán, sargento que murió el 30 de noviembre pasado a los 98 años de edad.
El Escuadrón 201 es recordado por ser la única unidad de combate con la que México participó en la Segunda Guerra Mundial. Fue parte de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, y su cuartel se ubicó en Cozumel, Quintana Roo.
Al grupo se le conoció como las Águilas Aztecas y lo creó el presidente y general Manuel Ávila Camacho en 1942 para hacerle la guerra a las potencias del eje: Italia, Japón y desde luego Alemania, que pretendía expandir el Tercer Reich por toda Europa, y después América.
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Horacio Castilleja Albarrán perteneció al Escuadrón 201 como Radio Operador, y como especialista en Aeronáutica. Su carrera militar inició precisamente en 1942, y para 1945 ya había sido entrenado en los Estados Unidos, desde donde lo enviaron a servir a Japón, en la Guerra del Pacífico.
Gracias a su participación en este periodo de la historia, a Horacio Castilleja Albarrán se le otorgó la medalla “Servicio en el Lejano Oriente”. Hacia 1946 se le concedió una licencia limitada, y se le dio su alta del ejército en 1969.
Desde entonces se dedicó a la docencia, como profesor de ‘Instalaciones Eléctricas’ en la Vocacional No. 3 “Wilfrido Massieu” del Instituto Politécnico Nacional. Luego de su muerte, la Secretaría de la Defensa Nacional le rindió un sentido homenaje como el ‘último veterano mexicano del Escuadrón 201’, aunque en realidad hay otro sobreviviente: el sargento primero Humberto Gamboa Montoya, que al día de hoy tiene 103 años.
Los aviones del Escuadrón 201
México luchó en la Segunda Guerra Mundial con al menos 25 aviones caza, conocidos como P-47 Thunderbolt, y otros 10 aviones Pilatus PC-7.
Al principio, la fuerza aérea de Estados Unidos prestó sus aviones al Escuadrón 201, pero en 1945 se le otorgó al grupo su propia flota de aviones, que volaban con un peculiar distintivo: el logo de la FAEM (Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana) y una caricatura que era la ‘mascota’ del escuadrón de nombre Pancho Pistolas.
En total, el Escuadrón 201 voló más de 95 misiones de combate y concluyó 1900 horas de vuelo. Una de las últimas, fue una misión de bombardeo picado en la isla de Formosa, Taiwán, el 8 de agosto de 1945.
Dos días antes había ocurrido el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki. El 15 de agosto Japón finalmente se rindió y la Segunda Guerra Mundial se declaró terminada.
La última misión de combate del Escuadrón 201 se dio el 26 de agosto de 1945 como una misión de escolta al norte de Filipinas.
El veterano Horacio Castilleja Albarrán habría sido una pieza clave en las operaciones en tierra del escuadrón en Japón, y su fallecimiento marca el fin de una era para la aviación bélica mexicana.