Conducir es algo que se va dominando con el paso del tiempo y podemos llegar a tal punto de tomar mucha confianza tras el volante, sin embargo, siempre somos susceptibles a tener un percance; ya sea por culpa de uno mismo o de alguien más.
Aunque el golpe sea pequeño, nosotros nos preocupamos y pasamos por un momento algo complicado, por otra parte, si se trata de un percance mucho más aparatoso, el trauma podría ser más fuerte y las ganas de volver a conducir se nos pueden ir por completo por un tiempo.
No te preocupes, entendemos que un accidente automovilístico no es algo sencillo de digerir, claro, depende de la gravedad, pero de todas maneras, lo ideal es que te des un tiempo al menos para reflexionar.
Algo interesante es que hay un término para el miedo a conducir, el cual se denomina como Amaxofobia.
Lo primero
Antes de que quieras comenzar, no te preocupes, no es iniciar desde cero, pero lo ideal es ver las prioridades, una de ellas es el cómo te sientes, si ya estás en condiciones óptimas para manejar, sobre todo esto si sucedió un percance fuerte y tuviste algunos daños en tu cuerpo.
Con lo anterior asegurado y que te encuentres en condiciones para manejar, ya podrás dar el siguiente paso para volver a conducir.
Por otra parte, procura que el vehículo que vas a usar esté en buenas condiciones, este regularizado y cuente con seguro, ya que así estarás de nuevo blindado ante cualquier situación.
La clave en este apartado es el de volver a ganar la confianza, con ello, poco a poco te sentirás mejor.
Practica y todo irá bien
Antes de ir a la calle y de nuevo a todo el tráfico, lo ideal es que refuerces los conocimientos básicos, como dominar la transmisión, entender las dimensiones del vehículo y respuesta del acelerador y freno.
No te olvides de mantener atención, distraerte lo menos posible y guardar la calma; es muy importante no caer en pánico.
Si te da mucho miedo, no te preocupes, es completamente entendible, ve de poco a poco y refuerza y domina de nuevo lo que ya sabías, no es necesario que superes el trauma inmediatamente.
Practica durante varios días por la zona en la que te encuentras, si notas que el problema del miedo persiste, te recomendamos ver a un psicólogo, es probable que tengas estrés postraumático fuerte; no te preocupes, esto sucede, date tu tiempo.
Si te sientes mejor, ya es momento de ir regresando a conducir a las condiciones de tráfico.
Domina y ve ganando confianza
Igualmente, no te precipites, cuando regreses a las situaciones convencionales de mucho tráfico o vías rápidas ve de poco a poco, lo ideal es que vayas ganando la confianza para que manejes.
No olvides seguir los límites de seguridad y no seas intrépido, ya que esto puede desencadenar otro percance y aprende del error o situación que viviste con el accidente.
Ganar confianza no es de un día para otro, pero sí un trabajo constante de manejar y ser precavidos, por esa razón, ve de poco a poco y así podrás volver a sentirte bien y con seguridad para estar tras el volante.