Tom Cruise es uno de los actores más temerarios de Hollywood. Famoso por sus acrobacias en la saga de Misión Imposible, se terminó de consolidar como un auténtico hombre de acción después de Top Gun: Maverick, su película más taquillera.
Muchos lo hemos visto ejecutar las maniobras más impresionantes en jets, helicópteros o motocicletas, pero pocos han visto al actor desempeñarse en un monoplaza de Red Bull.
Pues bien, el actor tuvo la oportunidad de probar el auto concepto de Red Bull para la Fórmula 1.
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Fue hace una década cuando Tom Cruise se puso tras los mandos del poderoso monoplaza, poco después de que terminara de filmar Misión Imposible: Protocolo Fantasma.
Las pruebas se dieron en el circuito Willow Springs, al sur de California, después de que Red Bull invitara a Tom Cruise a correr en el circuito.
El motivo fueron una serie de festejos por el regreso de la Fórmula 1 al mercado de Estados Unidos, tiempo que fue determinante para el desarrollo de Red Bull dentro de la liga.
¿Qué tan bueno fue Tom Cruise corriendo en el monoplaza de Red Bull?
David Coulthard, el ex piloto de la Fórmula 1 y trece veces ganador de Grandes Premios, fue quien asesoró a Tom Cruise en su primer encuentro con el monoplaza.
Le explicó que, a diferencia de los autos normales, los de la Fórmula 1 tienen la palanca de cambios en el volante.
Tom Cruise escuchaba con atención y hacía una que otra pregunta. Después de un breve periodo de estudio, el actor salió a correr a la pista. Al respecto de su desempeño, el ex piloto comentó:
“Es impresionante lo rápido que absorbe tanta información y luego la reproduce y la ejecuta en la pista. Fue muy rápido y muy bueno. Sin duda podría dedicarse a esto si lo quisiera… con un poco de más práctica".
Tom Cruise tuvo una velocidad máxima de 291 kilómetros por hora. En su mejor vuelta, logró reducir su déficit 11 segundos y estuvo solo 6.4 kilómetros por hora debajo del promedio de pilotos profesionales.
Sólo tuvo un pequeño percance que lo sacó de la pista y hacia la porción de grava, sin embargo, Tom Cruise recuperó el control y regresó a pits sin mayor problema.
Entrevistado por especialistas, el actor de Top Gun dijo que era fanático de las carreras desde niño, y que se volvió fanático de la Fórmula 1 en los 80, cuando se fue a vivir a Inglaterra.
“Es un deporte fascinante, muy parecido a lo que hacemos al filmar películas y escenas acrobáticas: hay que estar presentes, 100% en el momento, exactamente igual que un piloto de Red Bull".
Finalmente, aunque Tom Cruise no tiene intenciones de convertirse en un piloto profesional, pruebas como estas a bordo del monoplaza de Red Bull son muestra de las habilidades que el actor ha cosechado en términos de sus acrobacias en escena, mismas que han llegado a nuevos niveles con la nueva entrega de Top Gun: Maverick, que se ha convertido en su película más taquiellera de la historia.