Como bien dice el dicho “cuando te toca, ni aunque te quites y cuando no te toca, ni aunque te pongas”, y así es exactamente como podemos resumir la historia que estamos a punto de contarte, y que tiene como protagonista a Michael Schlemmer, un hombre de Corbin, Kentucky, que un día como cualquiera había salido de su casa para realizar sus actividades cotidianas.
En algún momento del trayecto, el hombre se dio cuenta de que su auto estaba a punto de quedarse sin gasolina, y ante el inminente peligro de quedarse en medio de la carretera, decidió pasar a la gasolinera.
Schlemmer recuerda que en ese momento solo tenía 40 dólares en el bolsillo, por lo que tomó la decisión de cargar 20 dólares de gasolina para poder llegar a su siguiente parada, y con los 20 restantes en la mano, entró a una tienda de conveniencia tipo Oxxo, llamada Convenient Food Mart.
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El hombre compró un boleto de la Lotería de Kentucky y se dispuso a probar su suerte sin esperar lo que estaba a punto de pasarle. Cuando Michael rascó el boleto, se reveló el símbolo que indica que el jugador ha ganado el premio mayor que equivale a 1 millón de dólares.
Con el shock de haber llegado ahí con 20 dólares y salir con 1 millón, el hombre relata que se acerco a las chicas que le habían vendido el boleto y les mostró lo que acababa de pasar. Tanto ellas como los propietarios del local no cabían de la alegría y la emoción, según relata Michael.
“Me quedé sin gasolina y me meté allí. Tenía 40 dólares conmigo y compré 20 dólares en gasolina, y compré un boleto”
Michael Schlemmer
Finalmente la Lotería de Kentucky le pagó al emocionado Michael la cantidad de 616,330 dólares, pues se pagaron impuestos y otros conceptos, y es que a pesar de que no se llevó el millón “integro”, el hombre se dijo feliz, pues con esa cifra podría comprar un auto nuevo y ahorrar el resto para lo que necesite más adelante.
Como era de esperarse, su historia se ha vuelto muy conocida en las redes sociales, en donde este hombre de Kentucky, se ha convertido en una verdadera celebridad, y muestra de que la suerte SÍ existe.