Transportar gasolina en garrafas o bidones puede parecer una práctica común entre conductores que buscan ahorrar tiempo o tener una reserva para emergencias. Sin embargo, esta acción representa un alto riesgo para la seguridad personal, vial y ambiental, especialmente cuando no se realiza bajo las condiciones adecuadas o con los materiales permitidos por la normativa mexicana.
La gasolina es un líquido altamente inflamable y volátil, lo que significa que sus vapores pueden encenderse con facilidad ante una chispa, una fuente de calor o incluso la electricidad estática. Transportarla en recipientes inadecuados, como garrafones o bidones no autorizados, incrementa el riesgo de fugas, incendios o explosiones.

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-005-ASEA-2016, la gasolina debe manejarse únicamente en envases certificados, fabricados con materiales resistentes a hidrocarburos y con sistemas de sellado hermético. Estos bidones suelen ser metálicos o de plástico de alta densidad, con válvulas de seguridad y ventilación controlada.
Utilizar recipientes no aprobados no solo pone en peligro a quien la transporta, sino que también constituye una violación a las regulaciones ambientales y de seguridad. En condiciones de calor extremo, como las que se presentan dentro de un vehículo cerrado, la presión interna del recipiente puede aumentar y provocar que el envase se deforme o se rompa.
Accidentes que se pueden ocasionar por transportar gasolina en estos recipientes
Otro riesgo importante es el transporte dentro de autos particulares. Llevar gasolina en el interior del vehículo, especialmente sin ventilación adecuada, puede causar intoxicaciones por la inhalación de vapores tóxicos. Además, en caso de un accidente, una fuga o una colisión leve podrían provocar un incendio inmediato. Por ello, las autoridades recomiendan evitar trasladar combustible en vehículos no diseñados para ese fin.
Asimismo, almacenar gasolina en casa o en espacios cerrados representa otro peligro. Los vapores pueden acumularse y alcanzar niveles explosivos, además de afectar la salud por exposición prolongada. En caso de requerir combustible de reserva, debe mantenerse en un área ventilada, lejos de fuentes de calor y en pequeñas cantidades.