El documental Nómadas de la 57, dirigido por Alberto Arnaut y José María Castro Ibarra, ofrece un retrato profundo y humano de la vida de los traileros que recorren la arteria vital del país: la Carretera Federal 57. Esta vía, que conecta la Ciudad de México con la frontera de Estados Unidos, se convierte en escenario de tránsito, de esfuerzo, de soledad y de esperanza.
Dentro de esta ruta, los directores se adentran en los llamados “paraderos” o “cachimbas”, puntos de descanso junto a la carretera, en donde convergen la camaradería, los rituales de alimentación, descanso y vigilancia mutua entre los conductores. Sin embargo, también emergen problemáticas de fondo: consumo de sustancias para mantenerse despiertos, inseguridad constante y redes informales de apoyo frente a la soledad del camino.
La Carretera 57 no es solo un paisaje rodante, es una columna vertebral logística del país, con más de 1,300 km que recorren estados clave como Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, el Estado de México e Hidalgo. Pero también es una de las rutas más peligrosas para el transporte de carga, al menos uno de los informes la ubica como “la más peligrosa” para camiones de mercancía en México, debido a robos, secuestros y violencia.
Cada vez hay más mujeres conduciendo camiones de carga
Aunque es un negocio predominado históricamente por hombres, cada vez hay más mujeres que incursionan en este negocio. Desde hace más de 20 años, Clara Luz de Luna se ha dedicado a atravesar el país conduciendo su camión. Pese a que al principio era visto como un “bicho raro” por sus compañeros, el paso del tiempo ha ayudado a normalizar su situación.
Del mismo modo, la trayectoria de Clara ha sido el trampolín para que más mujeres se atrevan a dejar la informalidad laboral o relaciones violentas para convertirse en conductoras de camiones. De acuerdo con PlayGround, se estima que actualmente hay más de 2 mil traileras en nuestro país.