Las zonas de frenado de emergencia, también conocidas como rampas de escape, son estructuras diseñadas para detener vehículos que pierden el control o sufren fallas en el sistema de frenos, especialmente en tramos de descenso prolongado. En México, su presencia en carreteras ha sido clave para evitar tragedias, aunque su efectividad depende de varios factores, desde su mantenimiento hasta la correcta señalización.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), estas zonas se construyen en tramos estratégicos de carreteras de alta pendiente, como la México-Cuernavaca o la México-Puebla. Están conformadas por un camino ascendente cubierto con materiales que incrementan la fricción, como grava suelta o arena, lo que permite reducir la velocidad del auto hasta detenerlo por completo sin causar daños graves.

Su eficacia ha quedado demostrada en múltiples ocasiones. En informes del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), se señala que estas rampas logran detener camiones de hasta 40 toneladas en distancias relativamente cortas, evitando accidentes que podrían involucrar a decenas de automovilistas. Además, su diseño está regulado por normas internacionales, que establecen pendientes, longitudes y materiales de absorción específicos según el tipo de autopista.
Problemas que presentan las rampas de frenado
Sin embargo, los expertos advierten que no todas las zonas de frenado en México se encuentran en óptimas condiciones. Casos recientes reportados por la Guardia Nacional División Caminos revelan que algunas carecen de mantenimiento adecuado o presentan obstrucciones que podrían comprometer su funcionamiento. Asimismo, la señalización previa, vital para que los conductores las identifiquen a tiempo, no siempre es visible o se encuentra en buen estado.
Otro problema es el desconocimiento de los conductores, especialmente de transporte pesado, sobre el uso correcto de estas zonas. La SICT ha implementado campañas informativas y simulaciones en carreteras para capacitar a los choferes en su utilización, destacando que deben ingresar en línea recta y evitar maniobras bruscas al hacerlo.