Conducir por carreteras con descensos pronunciados requiere una técnica adecuada para mantener el control del auto y evitar accidentes. Aunque muchos automovilistas subestiman este tipo de trayectos, pueden representar un riesgo elevado si no se aplican correctamente los principios básicos de conducción segura.
Uno de los errores más frecuentes es abusar del freno de servicio durante todo el descenso. Mantener el pedal presionado por periodos largos provoca un sobrecalentamiento del sistema de frenos, lo que puede generar una pérdida de eficacia conocida como “fading”. Esto incrementa significativamente el riesgo de que el vehículo no responda ante una emergencia.

Lo más recomendable al conducir por un descenso pronunciado es utilizar el freno motor, reduciendo la marcha antes de iniciar la bajada para aprovechar la resistencia natural del motor y controlar la velocidad sin desgastar los frenos.
Otro error habitual es bajar en punto muerto o con el embrague presionado, una práctica peligrosa que anula el freno motor y disminuye el control del vehículo. Además, impide reaccionar con rapidez ante cualquier imprevisto, como una curva cerrada o un obstáculo en el camino. Lo correcto es mantener siempre una marcha engranada y los pies listos para actuar sobre los pedales si es necesario.
Errores que pueden ocasionar un accidente
También es común no anticipar la velocidad y trayectoria del descenso, especialmente en caminos de montaña. Muchos conductores frenan de manera brusca al entrar a una curva, en lugar de hacerlo antes de llegar a ella, lo que puede provocar deslizamientos o salidas de la vía.
Finalmente, no revisar el estado de los frenos y llantas antes de un viaje en carretera con descensos pronunciadas es otro error que puede tener consecuencias graves. Un sistema de frenos desgastado o neumáticos en mal estado reducen considerablemente la capacidad de respuesta.