Detenerse en carretera es una acción que muchos conductores realizan sin mayor reflexión, ya sea para descansar, revisar el vehículo, cambiar un neumático o atender una emergencia. Sin embargo, hacerlo de manera incorrecta puede poner en riesgo no solo al propio conductor, sino también al resto de los automovilistas. Comprender y evitar los errores más comunes es fundamental para mantener la seguridad.
Uno de los errores más frecuentes es detenerse en lugares no permitidos o inseguros, como curvas, puentes, zonas sin acotamiento o en carriles de circulación. Muchos conductores creen que pararse unos segundos no representa riesgo, pero una visibilidad reducida puede generar accidentes graves cuando otro auto no alcanza a reaccionar. La recomendación es siempre buscar una zona clara y lo más alejada posible de la circulación, como áreas de emergencia, gasolineras o puntos de descanso señalizados.
Otro error habitual es no utilizar las luces intermitentes o la señalización adecuada. En situaciones de emergencia, los demás conductores deben ser advertidos con tiempo suficiente. No colocar el triángulo de seguridad, colocarlo demasiado cerca del vehículo o no usar chaleco reflejante reduce drásticamente la posibilidad de ser visto. El triángulo debe colocarse al menos 100 metros detrás del auto y el conductor debe mantenerse siempre visible.
Muchos conductores también cometen el error de permanecer dentro del vehículo mientras este está detenido en carretera. Permanecer sentado, especialmente del lado del tráfico, puede ser fatal si otro automóvil impacta por alcance. La recomendación es descender con cuidado y ubicarse detrás de las barreras de protección o lo más lejos posible de la vía.
No pierdas la calma por intentar detenerte
También es común detenerse sin evaluar primero si la parada es realmente necesaria. En ocasiones, un ruido menor o una alerta momentánea puede verificarse hasta llegar a un punto seguro. Hacerlo sin diagnóstico previo obliga a una exposición innecesaria.
Finalmente, algunos conductores pierden la calma y actúan improvisadamente cuando enfrentan un problema mecánico o una ponchadura. La falta de organización incrementa el riesgo. Mantener herramientas básicas, revisar el estado del auto antes de viajar y planificar paradas cada dos horas reduce la probabilidad de enfrentar una situación peligrosa en carretera.
