Vender un auto usado implica una serie de trámites que no deben pasarse por alto, especialmente cuando se trata del cambio de propietario. Uno de los problemas más comunes entre los vendedores es que, después de concretar la transacción, el comprador no realiza el cambio de nombre en la tarjeta de circulación y el vehículo sigue registrado a nombre del antiguo dueño. Esta situación puede derivar en multas, adeudos e incluso problemas legales para el vendedor original.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad (Semovi), el cambio de propietario es responsabilidad del comprador, quien tiene un plazo de 15 a 30 días hábiles, dependiendo de la entidad, para realizar el trámite. Sin embargo, si esto no ocurre, el vendedor todavía puede protegerse mediante acciones legales y administrativas.

El primer paso es notificar la venta del auto ante la autoridad correspondiente. En la mayoría de los estados, este procedimiento se conoce como “Aviso de enajenación” y puede realizarse en línea o de forma presencial. Este documento sirve como constancia de que el vehículo fue vendido y que el vendedor ya no es responsable de lo que ocurra con él después de la fecha indicada.
Protégete ante mal uso del auto
Si el comprador no cumple con el cambio de propietario y el coche continúa generando infracciones o adeudos, el aviso de venta será la prueba legal que exima al vendedor de dichas responsabilidades. En caso de no haberlo presentado, el antiguo dueño podría ser considerado responsable ante las autoridades de tránsito, el SAT o incluso en situaciones más graves, como un accidente o delito en el que se vea involucrado el auto.
Otra medida preventiva es incluir en el contrato de compraventa una cláusula que obligue al comprador a realizar el cambio de propietario en un plazo determinado, así como conservar copia de su identificación y comprobante de domicilio.