Dar tu auto como enganche para comprar otro es una práctica común al comprar uno nuevo o usado, pero no solo implica un acuerdo comercial, sino que también tiene implicaciones fiscales diferentes según cómo se realice la operación y la legislación aplicable. Aunque gran parte de la normativa fiscal mexicana se centra en la venta o enajenación de bienes como carros y no específicamente en la figura de enganche misma, es importante comprender cómo se reportan y qué obligaciones pueden surgir ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Cuando entregas tu antiguo vehículo como parte del pago o enganche por otro, eso equivale a una forma de enajenación o transferencia de bienes, lo que puede considerarse un ingreso en especie que debes reportar en tu declaración anual si eres persona física, aunque la ventaja económica o impacto fiscal real depende de si obtienes una ganancia.
El SAT exige que las personas que venden o transfieren un coche lo notifiquen en sus declaraciones para evitar omisiones y no hacerlo puede implicar sanciones que en algunos casos van desde miles hasta decenas de miles de pesos por obligaciones no declaradas en el plazo correspondiente.
Si el enganche dado corresponde al valor de tu auto anterior y este es menor que el precio de compra del nuevo, técnicamente no hay una utilidad o ganancia fiscal que deba considerarse como un ingreso gravable en el ISR, similar a lo que ocurre en la compraventa de coches usados si no se obtiene ganancia significativa. Esto se alinea con la regla de que al vender un bien personal, que normalmente se deprecia, no suele generarse un impuesto por ganancia, salvo excepciones (por ejemplo, autos de colección).
Detalles para evitar problemas con el SAT
Otro aspecto importante es la comprobación documental. Aunque dar tu auto como enganche puede simplificar el proceso con el concesionario, para efectos fiscales es recomendable conservar el contrato de compraventa, documentos de transferencia de propiedad y cualquier factura o recibo vinculados a la operación. Esto te ayudará a demostrar ante el SAT la valoración de la operación y que no hubo omisión de ingresos, reduciendo el riesgo de posibles requerimientos o sanciones por discrepancias entre ingresos reportados y movimientos patrimoniales.
Además, aunque en México el sistema fiscal no define un crédito directo por enganche como en algunos sistemas de impuestos estatales en Estados Unidos donde el valor de cambio reduce la base gravable del impuesto sobre ventas, sí es fundamental que la operación se formalice correctamente ante las autoridades competentes y que se cumpla con la notificación de la transacción en tu declaración.
