Durante la temporada de lluvias, la visibilidad al conducir puede disminuir considerablemente, lo que incrementa el riesgo de accidentes. Por ello, el uso adecuado del sistema de iluminación del vehículo juega un papel fundamental para mejorar la seguridad tanto del conductor como de otros usuarios de la vía. Dicho lo anterior, te diremos cuándo debes usar las luces antiniebla y cómo se diferencia del resto.
Las luces antiniebla están se usan para atravesar condiciones de baja visibilidad, como niebla densa, lluvia intensa o neblina. Se ubican en la parte baja delantera del vehículo y, en algunos modelos, también en la parte trasera. Su haz de luz es más amplio y corto que el de las luces normales, y va orientado hacia abajo para evitar reflejos que podrían cegar a otro conductor.
Estas deben usarse únicamente en casos de visibilidad severamente reducida, como en tormentas fuertes o bancos de niebla. Si se activan las luces antiniebla cuando no es necesario, sobre todo las traseras, se podría deslumbrar a otros conductores y crear situaciones peligrosas.

Para encender las luces antiniebla, primero activa las luces bajas de tu vehículo. Luego, localiza el control específico, que puede estar en un botón en el tablero con un ícono de lámpara con líneas onduladas o en un anillo giratorio en la palanca de luces; gíralo o presiona según el diseño de tu auto.
¿Cuándo no usar las luces antiniebla?
Durante una lluvia ligera o moderada, lo más recomendable es utilizar las luces bajas o de cruce, ya que estas permiten ser visto por otros sin generar reflejos molestos. Recuerda que las luces altas deben evitarse en estas condiciones climatológicas, ya que el agua en suspensión refleja la luz directamente de vuelta al conductor, reduciendo aún más la visibilidad.
Además de encender las luces adecuadas, es importante mantener los faros limpios y alineados, ya que la suciedad o una mala regulación puede anular su efectividad. También es útil revisar regularmente el estado de los focos y sustituirlos si están opacos o quemados.
El uso correcto del sistema de luces durante la lluvia mejora significativamente la seguridad vial. No se trata solo de ver mejor, sino de asegurarse de ser visto sin poner en riesgo a los demás. Conocer cuándo usar cada tipo de luz es clave para conducir con responsabilidad en temporada de lluvias.