Ya sea de día o de noche, los faros del auto son esenciales para la visibilidad y seguridad. Con el paso del tiempo, es común que se vuelvan opacos, amarillentos o rayados debido a factores como la exposición al sol, la lluvia, la contaminación o los residuos del camino. Por ello, a continuación, te compartiremos las mejores maneras para cuidarlos y mantenerlos en el mejor estado posible.
Para conservarlos brillantes, es importante aplicar cuidados básicos y preventivos de forma regular. En primer lugar, la limpieza periódica es clave. Bosch México recomienda limpiar los faros con agua y jabón suave durante el lavado del auto, evitando productos abrasivos que puedan dañar el policarbonato. También es importante secarlos bien para evitar manchas por minerales del agua.
Otro punto clave es protegerlos contra los rayos UV. El sol es uno de los principales responsables del deterioro del plástico de los faros, ya que provoca oxidación y amarillamiento. Para prevenirlo, es recomendable aplicar productos protectores con filtro UV o utilizar ceras especiales después de cada limpieza. Estacionar el auto en lugares sombreados o usar cubiertas también puede ayudar.

Deja tus faros como nuevos cuando los veas amarillentos
Cuando los faros ya presentan señales de desgaste, como una apariencia turbia o amarillenta, es posible restaurarlos con kits especiales de pulido. Estos están disponibles en tiendas de autopartes, suelen incluir lijas finas, compuestos pulidores y selladores. El procedimiento implica lijar con cuidado la superficie del faro, aplicar el pulidor y sellar con una capa protectora. Este método puede mejorar significativamente su transparencia.
Además, es importante revisar que los focos internos estén funcionando correctamente y no estén fundidos. También se debe asegurar que no haya humedad o condensación dentro del faro, ya que eso puede indicar sellos dañados. En caso de detectar humedad, conviene llevar el auto a revisión mecánica para evitar fallas eléctricas.
Mantenerlos brillantes mejora la estética del vehículo y es una acción esencial para conducir de forma segura. Unos faros en mal estado no solo afectan la apariencia del auto, sino también la capacidad del conductor para ver y ser visto, lo que puede poner en riesgo la seguridad vial.