Descubrir que tu auto fue chocado mientras estaba estacionado puede ser una situación frustrante e inesperada. Aunque no estabas presente en el momento del accidente, sí hay pasos clave que puedes seguir para proteger tus derechos y facilitar el proceso de reclamación ante el seguro o las autoridades.
Lo primero es revisar el auto con cuidado para identificar la magnitud del daño. Toma fotos desde distintos ángulos que muestren tanto el golpe como el entorno donde ocurrió el incidente. También es útil fotografiar rastros que haya dejado el otro vehículo, como restos de pintura, piezas caídas o marcas de llantas. Este registro será fundamental para cualquier procedimiento legal o con tu aseguradora.
Además, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) recomienda buscar testigos que hayan presenciado el incidente o cámaras. Pregunta a personas cercanas si vieron el choque. En zonas comerciales o residenciales, es posible que haya cámaras de seguridad que hayan captado el hecho. Solicita acceso a las grabaciones lo antes posible, ya que algunas se eliminan automáticamente tras pocas horas o días.

En algunos casos, el conductor que causó el daño puede haber dejado una nota con su información de contacto y del seguro. Si la encuentras, comunícate de inmediato para acordar cómo se manejará la reparación de tu auto. De ser posible, pide también el número de póliza y asegúrate de que esté vigente.
Llegó el momento de contactar a tu seguro
Tras eso, contacta a tu aseguradora para reportar el siniestro. Muchas pólizas cubren daños causados por terceros, incluso si no estás presente. También puedes levantar un acta en el Ministerio Público si el daño fue grave o no hay datos del responsable. Esto puede ayudarte en caso de requerir una reparación judicial o buscar una indemnización.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI), si el choque ocurrió en vía pública, es útil notificar a tránsito. Ellos pueden ayudarte a obtener un peritaje oficial y reforzar tu evidencia.