Pasar topes o baches a una velocidad muy rápida es un hábito común entre conductores que no quieren frenar o no alcanzan a ver estos obstáculos a tiempo. Sin embargo, esta acción puede causar daños importantes en diversas partes del auto, comprometer la seguridad y generar costosas reparaciones a largo plazo.
Aunque frenar antes de un tope o bache puede parecer una molestia, hacerlo preserva la vida útil de tu vehículo. Adoptar una conducción más cuidadosa no solo mejora la seguridad, sino que también previene daños costosos y garantiza un manejo más cómodo y eficiente.
Daños por no frenar ante un tope o bache
Afectación a la suspensión
La suspensión está diseñada para absorber impactos, pero no está preparada para golpes bruscos como los que ocurren al pasar un tope o bache a gran velocidad. Este mal uso puede provocar el desgaste prematuro o incluso la rotura de amortiguadores, resortes o bujes.
Daños en las llantas y rines
Uno de los daños más frecuentes es la deformación de los rines, especialmente si son de aluminio. También pueden aparecer abultamientos o cortes en las llantas que, si no se atienden, pueden derivar en una ponchadura o reventón en plena marcha.

Desalineación de la dirección
De acuerdo con Firestone, los impactos fuertes pueden desajustar la alineación de las ruedas, lo que genera una conducción inestable, desgaste irregular de los neumáticos y mayor consumo de combustible. Si sientes que el volante se desvía o vibra, podría ser señal de desalineación.
Posibles daños en el cárter o sistema de escape
Cuando el auto golpea el suelo por pasar un obstáculo a gran velocidad, el cárter, encargado de contener el aceite del motor, puede sufrir fisuras o abolladuras. También pueden dañarse partes bajas del escape, generando fugas o ruidos anormales.
Problemas en el chasis
En casos extremos, el impacto puede afectar la integridad del bastidor o provocar que partes como defensas y faldones se desprendan o fisuren, sobre todo en autos con carrocería baja.