Manejar en reversa puede parecer una maniobra sencilla, pero en realidad es una de las más riesgosas si no se realiza con la debida atención. Muchos choques menores en estacionamientos, cocheras o calles estrechas ocurren por descuidos al dar marcha atrás. A continuación, te compartimos cinco errores comunes que debes evitar para prevenir accidentes al conducir en reversa.
Evitar estos errores mejora la seguridad al manejar en reversa y reduce significativamente el riesgo de choques. La precaución y la observación activa son clave en cada maniobra.
Causas de choques en reversa
No revisar el entorno antes de retroceder
Uno de los errores más frecuentes es no verificar lo que hay detrás del vehículo antes de poner la marcha en reversa. Peatones, objetos bajos, bicicletas o incluso otros autos pueden estar fuera del campo de visión desde los espejos. Por ello, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) recomienda salir del auto si es necesario o usar la cámara de reversa si se cuenta con una.
Confiarse solo en los espejos retrovisores
Aunque los espejos laterales y central ayudan a tener una visión general, no muestran los ángulos muertos. Confiarse únicamente en ellos puede provocar que no veas obstáculos laterales o vehículos que se aproximan. Siempre gira la cabeza y observa directamente por las ventanas traseras antes y durante la maniobra.
No usar las direccionales o luces de reversa
Algunos conductores olvidan activar la luz de reversa o no usan las intermitentes para advertir su movimiento. Esto es crucial, sobre todo en estacionamientos o zonas con tráfico compartido con peatones. Asegúrate de que las luces funcionen correctamente y de usarlas para alertar a otros.
Acelerar de más al dar marcha atrás
De acuerdo con Bosch, el pedal del acelerador debe usarse con extrema suavidad cuando se da marcha atrás. Acelerar bruscamente puede causar pérdida de control, especialmente en espacios reducidos. Además, un golpe en reversa puede causar más daños de los que parece.
No usar un guía en espacios reducidos
En lugares estrechos, pedir ayuda a otra persona para que te indique si hay obstáculos puede hacer la diferencia entre una maniobra segura o un golpe innecesario. Muchos choques ocurren por confiar demasiado en la percepción desde el asiento del conductor.
