Las glorietas o rotondas son comunes en la Ciudad de México y forman parte importante de la infraestructura vial para mantener el flujo continuo en intersecciones de alto tráfico. Sin embargo, su uso puede generar confusión debido a la falta de señalización clara o el desconocimiento de las reglas básicas por parte de algunos conductores. Conocer las normas y aplicar técnicas correctas es fundamental para circular con seguridad por estas estructuras.
Al acercarte a una glorieta como la de Insurgentes, Cibeles o la Glorieta de la Palma (hoy conocida como Glorieta de las y los Desaparecidos), reduce la velocidad de forma progresiva. Estas suelen tener visibilidad reducida y tráfico continuo, por lo que es crucial frenar con anticipación.
El Reglamento de Tránsito de la CDMX menciona que los vehículos que ya circulan dentro de la glorieta tienen el derecho de paso. Esto aplica incluso si vienes por una avenida principal. Entrar sin ceder puede generar conflictos y accidentes, sobre todo en horas pico.
Para tomar la primera salida, mantente en el carril exterior. Si vas a seguir derecho o salir después de la segunda entrada, entra por el carril interior y cambia con anticipación al exterior antes de salir. En glorietas grandes como la de Vaqueritos o Mixcoac, este punto es clave para evitar choques laterales.
Uno de los errores más comunes en CDMX es no usar las direccionales dentro de la glorieta. Activa la direccional derecha cuando te aproximes a tu salida para que los demás conductores puedan anticipar tu maniobra. Evita usar la direccional izquierda al ingresar, ya que puede ser confuso.
Precauciones adicionales al tomar glorietas
En zonas como Reforma o Polanco, es frecuente compartir la glorieta con bicicletas o motos. Revisa tus espejos, evita cambios bruscos de carril y mantén distancia lateral.
Usar las glorietas correctamente en la CDMX mejora la seguridad vial y agiliza el tránsito. Una conducción consciente y respetuosa hace la diferencia en este tipo de intersecciones.
