Los baches representan una amenaza importante para distintos componentes del vehículo, en especial durante la temporada de lluvias, donde estos se hacen más frecuentes en las vialidades de la Ciudad de México. Dicho lo anterior, te diremos qué partes del auto son las más dañadas al caer en un agujero a alta velocidad.
Neumáticos y rines
Los neumáticos son lo primero en sentir el impacto: pueden sufrir separados de bandas, abultamientos en flancos o incluso reventones, debido al borde duro del bache que presiona contra la llanta y el rin. Si el daño no es visible inmediatamente, puede manifestarse con vibraciones o pérdida de presión más adelante. Los rines también pueden desviarse, agrietarse o doblarse, lo que impide que mantengan un sello adecuado con la llanta.
Suspensión, dirección y alineación
Además, los baches pueden dañar componentes delicados como amortiguadores, struts, brazos de control, bujes y rótulas. Esto afecta la alineación, la estabilidad y la dirección del vehículo, provocando vibraciones, desviaciones, vibraciones en el volante y desgaste irregular de los neumáticos.

Sistema de escape y chasis inferior
Pueden producirse abolladuras o raspaduras en partes bajas como el silenciador, el catalizador o el escape, lo que puede derivar en fugas de gases peligrosos o ruidos extraños. También el cárter de aceite, líneas de freno, tanque de combustible y suelo del auto corren riesgo de sufrir golpes severos.
Sensores y estructura del vehículo
Impactos fuertes pueden incluso dañar sensores del sistema ABS, sensores de velocidad de rueda, o afectar la estructura del chasis y subchasis, con consecuencias costosas que pueden alcanzar cifras altas si afectan la integridad estructural del auto.
Carrocería baja y partes exteriores
Los vehículos con baja altura, como los lowriders o deportivos, son especialmente vulnerables. Los faldones, defensas y parachoques pueden rayarse, agrietarse o incluso desprenderse al pasar sobre un bache profundo. Aunque este tipo de daño es principalmente estético, puede implicar reparaciones costosas.
¿Cómo prevenir daños por baches?
Para evitar estos daños, lo mejor es conducir atento, especialmente en caminos urbanos. Mantener una distancia adecuada con el vehículo de enfrente te da tiempo para observar y esquivar baches a tiempo. Disminuir la velocidad al aproximarte a estos hoyos reduce el impacto. Si no puedes evitarlos, suelta el acelerador, no frenes de golpe, y sujeta firmemente el volante para mantener el control.
Unos neumáticos bien inflados y en buen estado ayudan a absorber mejor los impactos. Por ello, revisa regularmente la presión, alineación y estado de la suspensión. Esto reduce el riesgo y la magnitud de los daños en caso de impacto.
Tras pasar por un bache, presta atención a señales como ruidos inusuales, vibraciones, luces de advertencia (por ejemplo, ABS), fugas o imprecisión en la dirección. Si notas algo, acude con un mecánico cuanto antes.