En tiempos donde el precio de la gasolina representa un gasto considerable para los conductores, el rendimiento del combustible se vuelve un tema prioritario. Aunque muchos conductores buscan ahorrar mediante una conducción más eficiente, pocas veces se considera que ciertos accesorios instalados en el auto pueden incrementar el consumo sin que el usuario lo note.
Uno de los factores que más influye son los accesorios externos que alteran la aerodinámica del auto. Colocar bacas, portaequipajes, portabicicletas o alerones grandes puede generar mayor resistencia al viento, obligando al motor a trabajar más para mantener la velocidad. De acuerdo con expertos en eficiencia energética, este tipo de modificaciones puede aumentar hasta en un 20 % el consumo en carretera.

Los rines y llantas sobredimensionadas son otro accesorio que afecta directamente el rendimiento. Muchos conductores optan por instalar llantas más anchas o rines de mayor tamaño por estética, pero este cambio añade peso al vehículo y aumenta la fricción con el pavimento. Como consecuencia, el motor necesita más energía para desplazarse, lo que reduce la eficiencia del combustible.
De igual forma, los sistemas de sonido de alta potencia, que requieren amplificadores y subwoofers, consumen energía extra de la batería y del alternador. Este esfuerzo adicional recae en el motor, que termina gastando más gasolina para generar electricidad. Aunque la diferencia puede parecer mínima en trayectos cortos, a largo plazo representa un consumo acumulado importante.
Elementos adicionales que aumentan el consumo de gasolina del auto
Otro accesorio que repercute es el uso excesivo del aire acondicionado. Si bien no es un dispositivo agregado, se considera un equipamiento que aumenta la demanda del motor. Activar el A/C en tráfico pesado puede elevar el consumo entre un 10 % y 15 %. Asimismo, luces adicionales, pantallas o sistemas eléctricos no originales también contribuyen a disminuir la eficiencia energética del auto.
Finalmente, se debe mencionar el peso extra generado por accesorios innecesarios. Barras protectoras, defensas metálicas o cofres de carga incrementan la masa del vehículo y, por ende, el esfuerzo del motor. Mientras más peso lleve un auto, mayor será la demanda de combustible.