Conducir de noche implica enfrentar condiciones menos favorables que durante el día, debido a la reducción de la visibilidad, el aumento del cansancio y la mayor probabilidad de encontrarse con conductores distraídos o bajo los efectos del alcohol. Por ello, es fundamental tomar precauciones adicionales para mantener la seguridad propia y la de los demás usuarios de la vía.
Una de las principales recomendaciones es revisar el sistema de iluminación del vehículo antes de salir. Asegúrate de que los faros delanteros, las luces traseras, intermitentes y luces de freno funcionen correctamente. Además, ajusta el ángulo de los faros para evitar deslumbrar a otros conductores y maximizar tu campo de visión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) mencionó en su informe sobre seguridad vial que es importante reducir la velocidad al manejar de noche. Con menor visibilidad, es más difícil detectar obstáculos, peatones o animales en la carretera. Conducir a una velocidad moderada te da más tiempo de reacción ante cualquier imprevisto.

Otra precaución esencial es evitar el deslumbramiento. Cuando un vehículo viene de frente con luces altas, se recomienda mirar ligeramente hacia la derecha del camino y no directamente al foco, para no perder visibilidad momentáneamente. Asimismo, usa el espejo retrovisor en modo nocturno para minimizar el reflejo de las luces traseras.
Precauciones para antes de salir a manejar de noche
La fatiga y somnolencia son factores críticos en la conducción nocturna. Dormir bien antes de un viaje, hacer pausas cada dos horas y evitar comidas pesadas o medicamentos sedantes puede prevenir accidentes relacionados con el cansancio. Si notas signos de sueño, lo mejor es detenerte a descansar.
Además, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi) recomienda tener el parabrisas y los espejos limpios, ya que las luces de otros vehículos pueden reflejarse o distorsionarse si las superficies están sucias, lo que reduce aún más la visibilidad en la noche.
Por último, mantén una mayor distancia de seguridad con otros vehículos. La percepción de velocidad y profundidad disminuye en la oscuridad, y una distancia adecuada puede ser la diferencia entre un susto y una colisión.