El mercado de los autos eléctricos en México ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años. Sin embargo, a pesar de los beneficios que ofrecen en términos de ahorro energético y reducción de emisiones contaminantes, los usuarios enfrentan algunos problemas comunes que limitan su adopción masiva. Identificarlos y conocer posibles soluciones es clave para quienes buscan sumarse a la movilidad eléctrica.
Uno de los principales retos es la infraestructura de carga. Aunque en ciudades como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara ya existen electrolineras, en gran parte del país todavía son escasas. Esto genera lo que se conoce como “ansiedad de autonomía”, es decir, el temor a quedarse sin batería durante un trayecto largo. Para mitigar este problema, se recomienda planificar las rutas con antelación, ubicar aplicaciones móviles que muestren estaciones de carga y, en lo posible, instalar un cargador doméstico que garantice energía suficiente para los recorridos diarios.

Otro problema frecuente son los tiempos de recarga. A diferencia de llenar un tanque de gasolina en minutos, la carga completa de un auto eléctrico puede tardar varias horas, dependiendo del tipo de conector y la capacidad del cargador. La solución está en aprovechar los periodos en los que el vehículo no se utiliza, como durante la noche, e invertir en cargadores de carga rápida que reducen considerablemente los tiempos.
Considera esto antes de comprar un auto eléctrico
El costo inicial de los autos eléctricos también representa una barrera. Aunque sus gastos de mantenimiento y consumo son menores que los de un vehículo a gasolina, el precio de compra sigue siendo elevado para gran parte de la población. Como alternativa, los consumidores pueden considerar modelos híbridos enchufables, que resultan más accesibles, o aprovechar programas de financiamiento y estímulos ofrecidos por algunas marcas y gobiernos locales.
Finalmente, existe el desafío del mantenimiento especializado. A diferencia de los autos tradicionales, los eléctricos requieren talleres y técnicos capacitados en sistemas de baterías y software. En México esta red aún es limitada, pero cada vez más agencias automotrices incluyen servicios especializados. La recomendación es adquirir el vehículo con distribuidores oficiales que garanticen soporte técnico y refacciones originales.