Con el regreso a clases, miles de automovilistas en la Ciudad de México y en otras ciudades del país enfrentan un aumento en los tiempos de traslado debido al tráfico en horarios escolares. Además del reto de la movilidad, surge una preocupación constante: el gasto en gasolina, que puede incrementarse notablemente en trayectos cortos pero frecuentes. Sin embargo, existen prácticas que permiten ahorrar en el consumo de combustible sin dejar de cumplir con las obligaciones diarias.
Uno de los principales factores que impacta en el gasto de gasolina es el tiempo que el vehículo permanece detenido en el tráfico. Para evitarlo, es recomendable planear la ruta con anticipación, considerando alternativas menos congestionadas o ajustando el horario de salida. Aplicaciones de navegación como Google Maps o Waze ayudan a identificar calles con menor carga vehicular y, al mismo tiempo, disminuyen el consumo innecesario de combustible.
Además, la manera de conducir influye directamente en el rendimiento. Acelerar y frenar de manera brusca provoca mayor gasto de gasolina, mientras que una conducción suave y constante favorece la eficiencia. Asimismo, mantener una velocidad moderada, evitar el exceso de peso en el auto y revisar que las llantas estén correctamente infladas puede generar un ahorro considerable. Cada 0.5 bar por debajo de la presión recomendada puede aumentar hasta un 2% el consumo.
Consejos para consumir menos gasolina
Compartir el vehículo con otros padres de familia que tengan rutas similares es otra estrategia efectiva. Este tipo de viajes compartidos, no solo reduce el gasto de gasolina, sino también la cantidad de autos alrededor de los colegios, contribuyendo a una movilidad más ágil. Otra opción es el uso del transporte escolar, que concentra a varios alumnos en una sola unidad, disminuyendo el número de trayectos individuales.
El mantenimiento preventivo es tu mejor aliado, pues un automóvil en buen estado consume menos gasolina. Cambiar regularmente el aceite, mantener limpios los filtros de aire y revisar el sistema de inyección ayuda a mejorar la eficiencia del motor. Además, un mal mantenimiento puede generar fallas que obliguen al auto a trabajar de más, elevando el gasto en cada recorrido.
Finalmente, ahorrar gasolina durante los trayectos escolares depende también de la conciencia de los conductores. Evitar recorridos innecesarios, no dejar el motor encendido al esperar a los niños y organizarse con otros padres son pequeñas acciones que, en conjunto, marcan la diferencia en el gasto familiar y en la reducción de emisiones contaminantes.
