Toyota ha tomado una difícil decisión en cuanto a Hino, su vertical de camiones ligeros con motores diesel. Se ha divorciado de ella y la ha expulsado de la Commercial Japan Partnership Technologies Corporation (CJPT).
Este conglomerado industrial, uno de los más importantes en el mercado de Japón, tiene la misión de acelerar la transición hacia la movilidad sostenible en todos los segmentos de la industria automotriz.
Pretende sobre todo acelerar tecnologías en materia de autos eléctricos, autos de hidrógeno y celdas de combustible.
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El divorcio de Toyota y Hino se dio a partir del escándalo en el que se vio envuelta ésta última por falsificación de datos de emisiones de sus motores diesel.
Dadas sus características, el escándalo de Hino revivió viejos fantasmas del ‘dieselgate’ alemán de 2015, en el que Volkswagen enfrentó uno de sus más grandes retos.
Todavía en 2020 procesaron al ex CEO de Audi por cargos criminales de fraude; esto, sumado a la luz de las políticas de emisiones más estrictas alrededor del mundo, alentó la decisión de Toyota de expulsar a Hino del consorcio.
¿Qué fue lo que pasó con Hino?
Hino ingresó hace un año al CJPT y tenía con Toyota un acuerdo para desarollar un camión de carga impulsado por hidrógeno en el mercado de Norteamérica.
Pero a principios de este mes salió a luz una investigación que prueba que Hino falsificaba los datos de emisiones de sus motores diesel, al menos desde 2003.
La acusación se sintió particularmente dura por el tiempo en que comprende (casi 20 años) y porque la compañía no hizo nada para remediarlo en tanto tiempo.
Cuando salió la investigación a la luz, Hino retiró del mercado al menos 60,000 de sus vehículos cuyos motores contaminan más de lo permitido por las normas de la industria japonesa.
Sin embargo, esta semana el escándalo tomó dimensiones mayores, cuando se sorprendió que los motores a diesel de 4.0 litros de Hino también estaban envueltos en la falsificación.
Esto provocó que la empresa pausar la entrega del 60% de sus vehículos.
Las razones que argumenta Hino al respecto de su mala conducta es que no entendía las metodologías involucradas en la evaluación de los motores.
Los directivos de la compañía alegaron demencia y argumentaron que no se trató de una acción dolo, sino de un factor de desconocimiento.
Pero el presidente de Toyota Motor Corporation, Akio Toyoda, dijo:
“Estamos extremadamente decepcionados con la mala conducta de la empresa. El escándalo ha socavado en gran medida la confianza de nuestros clientes y de sus inversionistas”.
El comunicado agrega que a partir de ahora la participación de Hino en el CJPT está vetada y que quedan expulsados del organismo, Toyota, entre tanto, seguirá trabajando de cerca con sus socios para alcanzar la neutralidad de carbono.