Toyota arrasó en las 6 Horas de Fuji y logró un perfecto 1-2 en su carrera de casa, la primera del World Endurance Championship (WEC) que se celebra allí desde 2019.
De hecho, la carrera en el Fuji Speedway se antojaba muy especial no sólo por el regreso del WEC de la FIA, sino porque también fue el debut del GR010 Hybrid hypercar de la marca.
Este poderoso vehículo estuvo al mando de Sebastien Buemi, Brenton Hartley y Ryo Hirakawa; su desempeño en la carrera les valió la segunda victoria de la temporada, luego de su victoria en la mítica 24 Horas de Le Mans.
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Para el equipo se trata de su octava victoria de nueve carreras en ese mismo circuito.
Por detrás de Buemi, Hartley y Hirakawa (corriendo en el auto número 8), estuvieron Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María López a bordo del GR010 Hybrid con el número 7.
Su marcaje estuvo apenas 1 minuto y 8.382 segundos detrás del primer trío y confirmó el poderío de Toyota en la carrera, la penúltima de la temporada 2022 del WEC.
Toyota Gazoo Racing a un paso del título de Constructores
La victoria en las 6 Horas de Fuji le valió al equipo su mayor cantidad de puntos ganados hasta ahora en la temporada.
Gracias a esto, amplió su ventaja en la pizarra de Constructores frente a su principal rival, Alpine, que se encuentra 26 puntos por detrás. Alpine finalizó tercero en la carrera.
Por otro lado, en la pizarra de pilotos, los de Alpine y los del número 8 de Toyota (Buemi, Hartley y Hirakawa) se encuentran empatados en puntos de cara a la final.
Fue una carrera trepidante la que se vivió en el Fuji Speedway, uno de los circuitos más emblemáticos de Japón.
Kamui Kobayashi arrancó en la pole position, en el auto 7 de Toyota. El día fue soleado y caluroso. Muy rápidamente Kobayashi abrió una pequeña brecha frente a Buemi, que lo perseguía en el auto 8.
Así, desde el principio, los dos autos GR010 hybrid marcaron el tono y rumbo de la carrera, se mantuvieron en la punta de la lanza hasta el final de la carrera.
Kobayashi entregó el auto a su relevo, José María López, hacia la marca de las dos horas de carrera. Un poco antes, en la vuelta 64, Buemi había tomado ya la delantera, misma que su relevo Brenton Hartley mantuvo con fiereza ante la presión del auto de Toyota y de Alpine.
Fue Hartley el que construyó el margen más cómodo de ventaja: el punto más amplio entre el primero y el segundo lugar llegó a ser de 30 segundos. Hacia la recta final de la carrera ingresaron los terceros relevos.
Después de 232 vueltas sin incidentes, ni coche de seguridad ni banderas amarillas, Ryo Hirakawa tomó la bandera a cuadros. Enseguida después lo hizo Mike Conway para darle el 1-2 a Toyota sin más problemas.