BYD, la firma china de autos eléctricos, podría empezar a producir autos en suelo europeo. El día de ayer, el periódico Wall Street Journal reveló que la compañía China se encuentra en negociaciones con Ford para concretar la compra de una importante planta productiva.
Se trata de la planta de Saarlouis, en Alemania, que se encuentra a unos 200 kilómetros al sureste de Frankfurt, y que es una de las más importantes de Ford.
Hasta hace pocos años, esta fábrica era una de las más activas de la compañía fuera de Estados Unidos. Sin embargo, el ‘deadline’ para los autos de combustión en Europa le ha puesto también fecha de cierre a la planta de Saarlouis, que está pactada para el 2025.
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Actualmente, la planta fabrica los últimos modelos del Ford Fiesta, y se ha centrado en todas las unidades europeas del Ford Focus. Pero una vez que el modelo salga del mercado en 2025, la planta cerraría.
Para BYD, no obstante, la compra de la planta sería una compra vital, ya que le permitiría acelerar su estrategia de ventas en el viejo continente. Hasta el momento han confirmado que venderán los modelos BYD Atto 3, BYD Tang y el BYD Han; estos dos últimos también llegarán al mercado mexicano.
BYD no es la única que quiere un trozo de la planta Ford
Por otro lado, el WSJ reveló que las negociaciones de BYD con Ford por la planta de Saarlouis están en estado preliminar, y que la compañía del óvalo azul tiene al menos otras 15 potenciales ofertas.
Sin embargo, Ford estaría más interesada en las ofertas que provienen de productores automotrices.
Hasta el momento se desconocen los términos de las negociaciones y los posibles montos de compra; lo que se sabe es que Ford estaría buscando darle una solución a la venta de la planta hacia el final del primer trimestre del año.
Para BYD, como decíamos arriba, sería una jugada formidable, ya que solidificaría su estrategia de expansión en Europa; hasta el momento, en Turquía fabrica autobuses eléctricos, pero iniciar con la producción en Saarlouis llevaría a la firma a competir más duramente con Tesla y Volkswagen; a ésta última marca ya la desplazó en el mercado chino.
Falta ver qué reacción tienen otros productores como Stellantis, quienes han criticado el ingreso tan acelerado de los autos eléctricos chinos en Europa; especialmente porque no padecen de ciertas restricciones económicas que otros autos sí.
Asimismo, el monopolio que mantienen los chinos en materia de semiconductores (fabricados en Taiwan) y en materia de baterías, sólo aumentaría la dependencia de Europa hacia las cadenas de valor asiáticas. Algo que pretenden romper los productores europeos como VK, BMW, etcétera.