Quizá desde que el primer auto aparcó en una calle, alguien que estaba por ahí cerca le echó aguas para que se pudiera estacionar.
El noble oficio de la franeleada, o 'viene viene' como se le dice en México, es tan viejo como los autos mismos, pero incluso más, pues, seguramente los carruajes a caballo necesitaron a alguna persona que les ayudara también.
La verdad es que no se cuenta como tal con un registro histórico, pues este trabajo se inserta en el amplio espectro del empleo informal, donde viven más de 40 millones de mexicanos.
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Sin embargo, en años más recientes, algunos organismos públicos del gobierno ha estado analizando información importante sobre este tipo de trabajo, con lo cual, el día de hoy podemos contarte sobre su sueldo, dinámica de trabajo, problemáticas sociales que traen consigo, etc.
¿Qué es y qué hace un franelero?
Un franelero, también conocido como 'viene viene', es una persona que administra informalmente una sección de la vía pública para estacionamiento en México.
Su objetivo principal es cobrar a los automovilistas por el simple hecho de estacionarse, como si el pedazo de asfalto fuera de su propiedad, prometiendo, además, cuidar del vehículo.
Estas personas suelen estar ubicadas en las calles más visitadas de las ciudades, especialmente en lugares donde se realizan actividades masivas como bodas, conciertos, mercados, eventos deportivos e incluso actos políticos o movilizaciones sociales. A menudo, reservan espacios con objetos como botellas, piedras, bolsas de agua o botes de pintura
¿Cuánto gana un 'viene viene' en México?
Según cifras oficiales del Instituto de Mexicano para la Competividad (IMCO), los franeleros puede llegar a ganar, por día, entre $1,200 a $1,500 pesos, lo que vendrían siendo al rededor de $25,000 pesos al mes.
Suena bastante, ¿no crees? Sin embargo, la realidad puede llegar a ser un poco diferente a lo que las cifras oficiales señalan, pues, la verdad es que ningún 'viene viene' cuenta con un sueldo fijo, y el salario que perciben tiene una alta relatividad que depende de varios factores, que influyen directamente en el monto total; entre ellos se encuentra la ubicación geográfica, pues no es lo mismo ayudar a estacionar autos en las calles de la Roma, la Condesa y Santa Fe, que en alguna zona de escasos recursos.
Otro factor que repercute en el sueldo de un acomodador informal de autos, son los tratos directos que tengan con la policía local, quienes administran discrecionalmente el uso de grúas e infracciones, y que comúnmente les piden dinero a los franeleros por dejarlos operar libremente, que no hace falta decir que es ilegal.
El objetivo de estos policías no es mantener el orden, sino ayudar a que se puedan acomodar más coches, lo que se traduce en más dinero.
Aunque esta actividad de los 'viene viene' es común, está prohibida en la Ciudad de México según la Ley de Cultura Cívica de la capital. Las personas que apartan lugares o cobran por estacionarse pueden ser denunciadas y acreedores a una multa.
En la Ciudad de México, los franeleros han existido por años y años, y al gobierno capitalino les ha resultado muy difícil combatirlos. Hay quienes piensan que los parquímetros bien manejados pueden ser una forma más ordenada y equitativa de regular el espacio de estacionamiento en la vía pública, sin embargo, la verdad es que lo que hace falta es más espacio.
Tan solo en la CDMX existen más de 5 millones de autos, lo cual vuelve una tarea titánica la administración correcta de los espacios públicos para estacionarlos.