El anhelo por revivir uno de los roadsters biplaza más venerados de la historia, el Honda S2000, es un sentimiento compartido tanto por entusiastas como por los ingenieros de la propia marca japonesa. Sin embargo, la compañía ha confirmado que los desafíos de costos, la demanda de nicho y, crucialmente, la falta de una plataforma adecuada, hacen que el regreso sea, por ahora, una posibilidad distante.
El ingeniero jefe Tomoyuki Yamagami, quien lideró el desarrollo del nuevo Prelude, reveló en el Japan Mobility Show que el deseo de revivir el S2000 está profundamente arraigado en la marca. No obstante, Yamagami-san insistió en que cualquier relanzamiento debe mantener una fidelidad absoluta al ADN y la herencia de Honda.
El principal obstáculo no es solo financiero, sino tecnológico. Honda actualmente no dispone de una plataforma apta para desarrollar un sucesor del S2000 que cumpla con los altos estándares del modelo original.
“Sabemos lo que se espera de Honda [S2000], por lo que lo importante para nosotros es mantener el ADN de Honda,” explicó Yamagami.
Ante la posibilidad de colaborar con otros fabricantes, como lo hizo Toyota con Subaru (GR86) o BMW (GR Supra), Honda fue categórica: no buscará socios externos. La pureza del S2000 moderno debe ser un logro interno.

Modelos como el nuevo Prelude son viables porque se benefician del uso compartido de componentes, tomando prestados elementos de plataformas más masivas, como la del Civic (desde la estructura hasta el sistema de propulsión híbrido). Un nuevo S2000 no podría seguir esa ruta sin comprometer su esencia.
El S2000 sigue siendo un "deseo muy arraigado" en Honda, pero hasta que la demanda, la plataforma y el plan de negocio se alineen sin sacrificar su pedigrí deportivo, los entusiastas tendrán que seguir soñando.