La Fórmula 1 2022 ha llegado a su fin el día de hoy, luego del Gran Premio de Abu Dhabi, en donde Sergio ‘Checo’ Pérez luchó hasta el final por el subcampeonato. Fue una dura temporada, una de las más largas de la historia, solo superada por lo que se planea sea el calendario 2023, que tendrá un récord de carreras programadas.
Pero la 2022 también será recordada como una temporada llena de controversias, y sobre todo, el año en donde se hizo casi inaguantable la toxicidad, el racismo y la homofobia en redes sociales.
La última de las controversias se dio entre Checo Pérez y Max Verstappen por el GP de Brasil; luego del desacato de Verstappen, Checo dijo que sus campeonatos eran gracias a él, lo que causó una andanada de insultos, expresiones de odio, racismo y otras formas de agresión verbal hacia ambos pilotos, incluso amenazas de muerte.
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Red Bull emitió entonces un comunicado explicando la situación y condenando la toxicidad de muchos usuarios de redes que atacaron a los dos pilotos; la escudería condenó los actos y añadió que era una conducta que “tristemente había ido en aumento” durante el año.
Alpine también enfrentó algo similar durante el GP de Brasil, cuando sus dos pilotos tuvieron un contacto, y los fanáticos de Fernando Alonso se fueron al cuello de la escudería.
Toxicidad al máximo en aficionados de la F1: el caso Alpine, Mercedes y Red Bull
La escudería francesa emitió un comunicado diciendo que había recibido más de un millar de comentarios de odio, de entre los cuales había tóxicos, y otros sumamente tóxicos.
De igual forma el equipo condenó los hechos y dijo que tomaría cartas en el asunto directas contra ciertos usuarios. Esto sería algo inédito en la F1: que un equipo tomara acciones directas contra usuarios por su conducta en redes sociales.
Alpine expresó que “tristemente es algo que ha ido en crecimiento los últimos años, y ha sido constante en 2022”.
Un poco antes en la temporada, los discursos e insultos racistas fueron la nota amarga de la F1. El caso de Mercedes Benz sucedió alrededor de junio, cuando fue el mes del orgullo gay.
La escudería decidió salir a correr con un logo que incluía los colores de la bandera LGBTQ+, lo que provocó que las redes sociales de Mercedes Benz se inundaran con mensajes homofóbicos.
Por otra parte, Mercedes Benz también fue objeto de agresiones en la parte de insultos racistas, específicamente su piloto Lewis Hamilton.
Fue durante el Gran Premio de Austria cuando surgió un video en donde Nelson Piquet insultaba a Lewis Hamilton. La respuesta de Hamilton no se hizo esperar.
Después, en el Gran Premio de Hungría, fans tóxicos de la F1 quemaron merca de Lewis Hamilton: las agresiones fueron perpetradas por el ‘Orange Army’, que apoya a Max Verstappen alrededor del mundo.
Todo esto escaló a tal grado que la F1 tuvo que impulsar una campaña de nombre Drive It Out, para intentar hacer conciencia y unir fuerzas entre usuarios para rechazar y expulsar el racismo, la homofobia y otras formas de agresión.
Finalmente, el caso Juri Vips, piloto junior de Red Bull, fue igualmente condenado por el equipo, pero otras conductas y declaraciones de Helmut Marko evidenciaron que las cosas no solo deben cambiar entre los usuarios de la F1 en redes sociales, sino también dentro del deporte.
En cualquier caso, el entendido está en que este fenómeno de agresión desmedida a través de la redes es algo que va en aumento. Esperemos a ver de qué manera la FIA y la F1 lo resuelven, o gestionan para evitarlo en la siguiente temporada.