El panorama de Porsche para su ingreso a la Fórmula 1 se ha ensombrecido lo suficiente como para descartar una entrada para 2026, como ya lo hizo Audi.
Esto, luego de que las negociaciones con Red Bull para una posible compra o participación de Porsche llegaran a un punto muerto y fueran descartadas de manera definitiva.
Porsche anunció el final de las negociaciones a través de un comunicado, en el que decía que seguirá buscando y analizando sus posibilidades para ingresar a la máxima liga.
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En mayo pasado, Volkswagen Group confirmó que sus dos marcas de lujo, Audi y Porsche, ingresarían a la F1.
Audi confirmó su ingreso este mes y hasta reveló el aspecto de su monoplaza concepto; al parecer, la marca de los cuatro aros se hizo de un acuerdo con Sauber, que termina en 2023 su relación con Alfa Romeo.
Los intentos de Porsche para ingresar a la F1
Porsche se mantuvo en pláticas con McLaren, quien rechazó un intento de compra por parte de los de Stuttgart.
También buscó una sociedad con Sauber e incluso con Williams; ambos declinaron. Al morir las negociaciones con McLaren, Porsche le puso el ojo a Red Bull.
La marca de Stuttgart pretendía comprar el 50% de Red Bull y establecer un acuerdo que le diera control sobre los motores de la firma austriaca.
Sin embargo, estos motores motores los hace el propio equipo, desde su compañía Red Bull Power Trains.
Red Bull, además de Ferrari, es el único equipo de la F1 que tiene todas las soluciones para su auto en un solo techo; sólo Honda se mantiene como un ‘colaborador técnico’.
De modo que una participación de Porsche hubiera implicado una pérdida de este control corporativo que Red Bull ha establecido y que, según ha explicado Christian Horner, es su principal carta para la siguiente era de la F1, después de 2026.
Y es que para entonces la FIA ha mandatado que los monoplazas sean híbridos, por ello tendrán un motor eléctrico de mucha mayor capacidad y un motor de combustión interna que correrá con combustibles renovables.
Estos cambios atrajeron a Audi y a Porsche, debido a su experiencia en motores eléctricos en ligas como la de Resistencia, el Rally, y la Fórmula E.
Sin embargo, las perspectivas de Porsche son ahora muy limitadas. Al parecer, la única opción sería que se uniera con Michael Andretti, hijo de Mario Andretti quien fue campeón mundial de la F1 en 1978, y que pretende ingresar un onceavo equipo a la máxima liga de velocidad.