La primera edición del Gran Premio de Las Vegas, celebrada en 2023, prometía ser uno de los eventos más espectaculares en la historia moderna de la Fórmula 1. Sin embargo, pese a la expectativa global y a una inversión estimada de más de 500 millones de dólares por parte de la organización y autoridades locales, diversos errores operativos, logísticos y de planeación marcaron su debut, generando fuertes críticas de aficionados, equipos y residentes de la ciudad.
Uno de los fallos más significativos ocurrió durante la primera práctica libre, cuando una tapa de válvula de alcantarilla se desprendió en la recta principal y dañó el monoplaza de Carlos Sainz, provocando la cancelación inmediata de la sesión. Este incidente evidenció deficiencias en la inspección del circuito urbano y derivó en costos millonarios tanto para Ferrari, que requirió el cambio completo de chasis y batería del piloto español, como para los organizadores, responsables del resarcimiento económico.

Otro error costoso estuvo relacionado con la gestión de los aficionados. Tras la cancelación de la primera práctica libre, la segunda sesión comenzó en la madrugada y, debido a restricciones laborales del personal de seguridad, miles de asistentes fueron desalojados antes del inicio, sin opción de permanecer en las gradas. La falta de reembolso proporcional indignó a quienes habían pagado entradas con costos premium que llegaban a superar los mil dólares por asiento.
Los habitantes de Las Vergas no la pasaron nada bien
En materia de movilidad, los residentes de Las Vegas expresaron su inconformidad debido al cierre prolongado de calles clave en la zona hotelera, generando afectaciones de tránsito por más de tres semanas. Las obras, el tráfico y el bloqueo del Strip redujeron la actividad comercial, provocando pérdidas significativas en pequeños negocios, que acusaron falta de comunicación y de planificación.
Finalmente, la colocación excesiva de estructuras visuales para patrocinadores y zonas VIP produjo que varias áreas generales tuvieran visibilidad limitada de la pista, por lo que el GP de Las Vegas fue duramente criticado en redes sociales.