En la Fórmula 1, el campeonato de pilotos se decide por el número total de puntos acumulados durante la temporada. Sin embargo, en situaciones excepcionales donde dos pilotos terminan con la misma cantidad de unidades, existe un sistema de desempate detallado que determina al campeón.
Si dos pilotos terminan la temporada con la misma cantidad de puntos, el desempate se resuelve de la siguiente manera:
- Número de victorias: el piloto con más victorias en la temporada se coloca por delante.
- Número de segundos lugares: si ambos pilotos tienen el mismo número de victorias, se compara el número de segundos lugares obtenidos.
- Número de terceros lugares, y así sucesivamente: si persiste el empate, se continúa comparando la cantidad de terceros lugares, cuartos lugares, etc., hasta que se determine un ganador.
Este sistema asegura que el piloto con el rendimiento más consistente a lo largo de la temporada sea reconocido como campeón, incluso si otro piloto ha acumulado la misma cantidad de puntos.
Los empates son poco comunes en la F1, pero suceden
Un caso notable de este sistema de desempate ocurrió en la temporada de 2007, cuando Fernando Alonso y Lewis Hamilton terminaron la temporada con el mismo número de puntos. Aunque ambos pilotos tenían el mismo número de victorias, Hamilton logró más segundos lugares que Alonso, lo que le permitió superar a su compañero de equipo en el desempate
Dicho sistema de desempate es fundamental para garantizar que el campeonato refleje no solo la cantidad de puntos obtenidos, sino también la consistencia y el rendimiento del piloto a lo largo de toda la temporada. Al considerar las posiciones en las que los pilotos han terminado las carreras, se asegura que aquellos con un desempeño más destacado en diversas circunstancias sean los que obtengan el título.
