BMW se encuentra en una carrera contra el tiempo, en cuya meta se encuentra la sostenibilidad. La compañía pretende convertirse en un líder en la producción de baterías de litio, y en una de las marcas más exitosas en las ventas de autos eléctricos.
Una de las estrategias claves para ello será el lanzamiento de una nueva generación de autos, denominada Neue Klasse, o “Nueva Clase”, que incluirán baterías de litio redondas por primera vez en la industria.
Esta innovación es un desarrollo 100% de BMW y pretende incrementar notablemente la densidad energética de las baterías para darle mayor dinamismo y rango a los autos eléctricos.
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De forma particular las baterías de litio redondas de BMW incrementarán la densidad energética en 20%; mejorará la velocidad de carga en 30% y reducirá las emisiones de CO2 a lo largo de su cadena de valor en un 60%.
Sin embargo, para cubrir sus necesidades productivas a largo plazo BMW estará construyendo en mercados clave fábricas de baterías de litio redondas, no sólo para el Grupo BMW sino también para sus socios.
Los planes a futuro de BMW y sus baterías de litio redondas
La compañía tiene el plan de construir dos fábricas en China, dos en Europa y dos más en Norteamérica; cada una de estas fábricas tendrá una capacidad anual de hasta 20 GWh.
En este sentido, ha invertido en el orden de los mil millones de euros para la producción de estas baterías de litio redondas.
Pero una parte central de la estrategia está puesta sobre la reducción de costos a través de la reutilización de componentes.
De acuerdo con las estimaciones de la compañía, utilizando modelos de economía circular, podrá reducir los costos de su línea de producción hasta en 50% en comparación con la generación anterior de las baterías.
Baterías de litio redondas: más eficientes y sostenibles
Las baterías de litio redondas de BMW tienen una química diferente. Tienen un diámetro estándar de 46 milímetros. Por otro lado, en la parte del cátodo tiene una menor concentración de cobalto y una mayor de níquel.
En la parte del ánodo tiene mayor silicio: como resultado, la batería es hasta 20% más eficiente. Esta anatomía juega un papel clave en la estructura de la carrocería, que permite a BMW reducir el espacio que ocupa la batería.
Adicionalmente, el cobalto, el litio y el níquel que estas baterías utilicen será en mayor medida material secundario: es decir, material que ya está en la línea productiva y no materia prima que apenas se vaya a extraer.
En este sentido, la batería de litio redonda tendrá una huella de carbono reducida hasta en un 60% en comparación con la generación actual de baterías del grupo.
La intención a largo plazo de BMW es tener baterías totalmente reciclables.