El “golpeteo del motor” es un fenómeno que ocurre cuando la mezcla de aire y combustible se enciende de manera irregular dentro de la cámara de combustión. En lugar de que la chispa de la bujía encienda la mezcla de forma controlada, se producen pequeñas explosiones prematuras que generan vibraciones y ruidos metálicos semejantes a un golpeteo. Aunque puede parecer un detalle menor, este comportamiento afecta directamente el desempeño del vehículo y, si no se corrige, puede provocar daños severos en pistones, válvulas y bielas.
Dicho fenómeno está estrechamente relacionado con el tipo de gasolina que utiliza el motor, en especial con su índice de octanaje. El octanaje indica la capacidad del combustible para resistir la detonación prematura. Cuanto mayor es el octanaje, mayor es la resistencia a que la mezcla explote antes del momento adecuado. Por ello, los motores diseñados para trabajar con gasolina de alto octanaje requieren combustibles más estables, especialmente aquellos con altas compresiones o tecnologías avanzadas como turbocargadores.

Cuando se utiliza una gasolina con menor octanaje del recomendado por el fabricante, el combustible puede encenderse antes de tiempo debido a la presión y temperatura dentro del cilindro. Esta combustión descontrolada genera el característico golpeteo. En algunos casos, el vehículo activa sensores de detonación que ajustan la sincronización para proteger el motor, pero esto afecta el rendimiento y el consumo de combustible.
También puede presentarse golpeteo incluso usando la gasolina adecuada si existen otros factores mecánicos o ambientales. Por ejemplo, la acumulación de carbón en la cámara de combustión puede elevar la compresión, las bujías incorrectas pueden alterar la ignición, y temperaturas extremadamente altas pueden favorecer la detonación. Sin embargo, el tipo de gasolina continúa siendo una de las causas principales.
¿Cómo evitar el golpeteo del motor?
En motores modernos, la recomendación del fabricante es crucial. Usar gasolina “de mayor octanaje” no siempre mejora el desempeño si el motor no está diseñado para ello, pero usar una de octanaje inferior sí puede provocar golpeteo y pérdida de potencia. En vehículos de alto rendimiento o con sistemas turbo, la gasolina Premium suele ser obligatoria para evitar este problema.