La tarjeta de circulación es uno de los documentos más importantes para cualquier automovilista, ya que acredita legalmente que un vehículo está registrado y autorizado para circular. Antes de manejar, es fundamental revisar que la información contenida en este documento sea correcta y esté vigente, pues cualquier discrepancia en los datos puede derivar en multas, retenciones vehiculares o problemas administrativos en caso de un incidente de tránsito.
Entre los datos principales que debe incluir una tarjeta de circulación se encuentran el nombre del propietario, su domicilio registrado y el número de placa asignado. Estos elementos permiten a las autoridades identificar a quién pertenece el vehículo y comprobar que las placas coinciden con las registradas oficialmente.
También incorpora información técnica del automóvil como marca, modelo, año, color, número de serie (VIN) y número de motor. Estos datos son indispensables para verificar la autenticidad del vehículo y distinguirlo de otros similares, especialmente en situaciones donde se requiere comprobar que no cuenta con reporte de robo o alteraciones.
Además, la tarjeta indica la vigencia del registro y, en algunos estados, datos adicionales como el tipo de uso del vehículo, el número de cilindros o la capacidad. Revisar la vigencia es crucial, ya que circular con una tarjeta expirada puede generar sanciones y, en ciertos casos, implicar la retención del coche hasta actualizar el trámite.
La presencia de los números de serie y motor también es relevante, pues cualquier discrepancia con lo que marca físicamente el vehículo puede ser señal de adulteración o error administrativo que conviene corregir cuanto antes.
¿Por qué debes revisar los datos de tu tarjeta de circulación?
En un operativo de tránsito, las autoridades comparan la tarjeta con las placas y el número de serie para asegurarse de que el vehículo está regularizado. Si la información no coincide, el conductor podría enfrentar desde una multa hasta la inmovilización de la unidad, incluso si el error proviene de un trámite previo.
Mientras que, en caso de accidente, la tarjeta de circulación correcta agiliza los reportes con el seguro, pues las aseguradoras utilizan estos datos para validar la póliza. También resulta útil en situaciones de compraventa, ya que permite detectar documentos manipulados o vehículos con registros irregulares.