Comprar un auto, especialmente si es usado, puede ser una decisión complicada si no se tiene experiencia mecánica. Sin embargo, hay aspectos clave que cualquier persona puede revisar para evitar sorpresas desagradables y hacer una compra más segura. Aquí te compartimos los puntos básicos que debes checar, aunque no seas un experto en carros.
Aunque contar con un mecánico de confianza es ideal, revisar estos puntos por ti mismo puede ayudarte a tomar una mejor decisión y evitar fraudes o futuras reparaciones costosas.
No compres un auto sin antes checar esto
Revisa el exterior y la carrocería
Inspecciona que no haya golpes, abolladuras, rayones profundos o diferencias en el color de la pintura, ya que podrían indicar reparaciones por choques anteriores. También observa si las puertas, cajuela o cofre cierran correctamente. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) asegura que las diferencias en alineación o desgaste podrían revelar daños estructurales.
Observa el interior del vehículo
El estado del volante, los asientos, los pedales y los botones del tablero puede darte pistas sobre el uso real del auto. Si ves un desgaste excesivo para el kilometraje que marca el odómetro, podría haber alteraciones. También verifica que funcionen el aire acondicionado, las ventanas eléctricas y el estéreo.

Checa las llantas y el motor (visualmente)
Las llantas deben tener un desgaste parejo. Si no es así, podría haber problemas de alineación o suspensión. Abre el cofre y revisa que el motor no tenga fugas, mangueras resecas o cables sueltos. Aunque no seas mecánico, un motor limpio y ordenado es una buena señal.
Pide el historial del vehículo
Solicita el número de serie (NIV o VIN) y revisa si el auto ha tenido reportes de robo, accidentes o adeudos, puedes hacerlo en sitios como REPUVE o mediante servicios de historial vehicular. Asegúrate también de que la factura sea original y esté a nombre del vendedor.
Haz una prueba de manejo
Por último, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) aconseja poner atención a ruidos extraños, vibraciones al frenar, dificultad al girar el volante o alertas en el tablero durante la prueba. Aunque no seas experto, tu intuición como conductor puede detectar si algo no se siente bien.