Manejar en ciudad puede parecer más sencillo que hacerlo en carretera, pero implica una serie de retos constantes: tráfico denso, peatones, motociclistas, ciclistas, señales de tránsito y cruces repentinos. Por eso, cometer errores al conducir en entornos urbanos es algo común, especialmente entre conductores inexpertos.
Uno de los errores más comunes es no respetar la distancia entre vehículos. En el tráfico urbano, muchos conductores tienden a “pegarse” al coche de adelante, lo que disminuye el tiempo de reacción ante un frenado repentino. Para evitarlo, se recomienda mantener al menos una separación de tres segundos entre vehículos, ajustándola en función de la velocidad o si hay lluvia.
Otro error frecuente es no usar las direccionales al cambiar de carril o dar vuelta. Esta mala práctica pone en riesgo a otros conductores, ciclistas o peatones, ya que no anticipan tus movimientos. De acuerdo con el Manuel del Conductor de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, las luces direccionales deben usarse siempre con anticipación para indicar cualquier maniobra.

También es común ignorar los pasos peatonales o invadirlos al detenerse en un semáforo. Además de ser una falta de respeto hacia los peatones, puede provocar accidentes y multas, según el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México. La forma de evitarlo es detener el coche antes de la línea blanca, incluso si el tráfico es pesado.
Errores que cometen los conductores en la ciudad tras el volante
Además, mirar el celular mientras se está detenido en un semáforo o en tráfico es un error grave. Puede que el auto de adelante ya haya avanzado o que un peatón cruce mientras el conductor está distraído. Aunque el coche esté parado, se recomienda mantener la atención en el entorno.
Un problema habitual en ciudad es usar el claxon de forma excesiva o agresiva, especialmente en embotellamientos. Esta conducta no solo genera contaminación auditiva, sino que aumenta el estrés vial y puede generar confrontaciones. Usar la bocina solo en situaciones de advertencia real es lo correcto.
Finalmente, muchos conductores no adaptan su velocidad a las condiciones del entorno, como zonas escolares o áreas con alto flujo peatonal. Conducir a exceso de velocidad en ciudad reduce la capacidad de reacción y puede tener consecuencias graves.