Arrancar el auto de forma adecuada no solo garantiza un inicio de marcha seguro, sino que también ayuda a prolongar la vida útil del motor y de otros componentes mecánicos. Muchos conductores subestiman este proceso, pero pequeños hábitos al encender el vehículo pueden prevenir desgastes prematuros y costosas reparaciones.
Antes de girar la llave o presionar el botón de arranque, es importante asegurarse de que el freno de mano esté activado y que la palanca de cambios esté en punto muerto (en transmisiones manuales) o en posición “P” (en automáticas). Esto evita que el auto se mueva de forma inesperada y reduce el esfuerzo innecesario sobre el motor de arranque.
En los autos modernos con inyección electrónica, pisar el acelerador al arrancar no es necesario y puede ser contraproducente. El sistema ya regula la cantidad de combustible y aire que requiere el motor. En vehículos más antiguos con carburador, se recomienda presionar ligeramente el acelerador solo en climas muy fríos, y siempre siguiendo las indicaciones del fabricante.

Una vez encendido el motor, es conveniente esperar entre 20 y 30 segundos antes de conducir. Este tiempo permite que el aceite circule adecuadamente por todas las partes móviles, reduciendo el desgaste. En temperaturas extremadamente bajas, este periodo puede extenderse hasta un minuto.
Maneja con cuidado tras encender el auto
Durante los primeros minutos de conducción, el motor y el aceite aún no han alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento. Acelerar bruscamente en este momento puede provocar un desgaste mayor en pistones, cilindros y rodamientos. Lo ideal es conducir suavemente hasta que el indicador de temperatura se estabilice.
Un arranque eficiente también depende de una batería cargada y en buen estado, así como de bujías limpias y cables en buen estado. Revisar estos elementos periódicamente facilitará el encendido y reducirá el esfuerzo mecánico.