Conducir en el tráfico de la ciudad puede ser estresante y demandante, sobre todo cuando la circulación es lenta o se producen embotellamientos. Sin embargo, una de las prácticas más importantes para garantizar la seguridad vial es mantener una distancia adecuada con el vehículo de adelante. Aunque parece una acción sencilla, respetar el espacio entre autos reduce el riesgo de accidentes y contribuye a una movilidad más fluida.
La distancia de seguridad permite al conductor reaccionar a tiempo en caso de que el auto de enfrente frene de manera repentina. Según la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (SEMOVI), mantener al menos dos segundos de separación en condiciones normales de manejo es esencial. Este intervalo debe ampliarse si la carretera está mojada, si hay poca visibilidad o si se circula a mayor velocidad. De lo contrario, la posibilidad de un alcance aumenta considerablemente.

En el tráfico urbano, donde los frenazos y arranques constantes son comunes, conservar un espacio razonable ayuda a disminuir los llamados “choques por alcance”, que son uno de los accidentes más frecuentes en zonas metropolitanas. Estos percances no solo generan daños materiales, sino también lesiones en cuello y espalda debido al efecto “latigazo” que sufren los ocupantes.
Mantener distancia también tiene beneficios en términos de movilidad. Cuando los conductores circulan muy pegados entre sí, se producen los llamados “efectos acordeón”: una cadena de frenadas bruscas que ralentizan aún más el tráfico. En cambio, al guardar espacio es posible desacelerar de forma progresiva y evitar paradas innecesarias, lo que favorece la fluidez y reduce el consumo de combustible.
La distancia te ayudará a evitar accidentes
Otro aspecto a considerar es la conducción defensiva. Guardar distancia no solo protege frente a los errores de otros automovilistas, sino que también otorga un margen extra para maniobrar en caso de obstáculos, peatones o motociclistas que puedan aparecer de manera inesperada. Es una medida preventiva que se convierte en un hábito fundamental para cualquier conductor responsable.
Finalmente, respetar el espacio entre autos refleja cortesía y cultura vial. En un entorno donde la prisa domina, dar lugar a que otros vehículos se incorporen de manera segura contribuye a reducir la tensión en el tráfico y mejora la convivencia en la vía pública.