El primer semestre del próximo año se observa con cautela y con cifras similares en ventas a este año, mientras que el segundo semestre va a depender de la negociación que se genere luego de la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), indicó Rogelio Garza, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). “Vamos a llegar a un acuerdo; va a ser ríspido todo, pero vamos a llegar a un acuerdo”, afirmó Garza en reunión con medios de comunicación.
El representante de la industria subrayó que el futuro inmediato estará determinado por la renegociación de reglas de origen, los aranceles del tipo 232 y la permanencia del libre comercio, condiciones fundamentales para un sector que opera de manera totalmente integrada en Norteamérica.
Contexto: En julio de 2026, se evaluará el funcionamiento del acuerdo trilateral y se decidirá si se renueva el acuerdo por otros 16 años o se ajustan ciertas disposiciones. Los procesos de consultas que han iniciado en los tres países marcan el inicio formal del proceso de revisión del T-MEC, donde el país deberá promover una agenda en favor de la apertura e integración regional.
“Sin un tratado comercial corremos el riesgo de perder ese lugar”, dijo el representante del sector automotriz y dijo que sus pares de Estados Unidos coinciden en mantener libres de arancel los vehículos y autopartes que se fabrican en la región. Garza comentó que América del norte fabrica cerca de 18 millones de autos al año, la mitad de los que fabrica China. “Sin un tratado comercial corremos el riesgo de perder ese lugar”, declaró Garza.
Apuntó que para la industria hay tres temas que serán los más relevantes el próximo año: la revisión del T-MEC y los acuerdos a los que se lleguen en materia de nuevas tecnologías, mecanismos laborales de respuesta rápida y otros temas que no se incluyeron en la primera versión del acuerdo comercial; el segundo tema es el del arancel de 25 por ciento al que actualmente está sujeta la industria bajo la Sección 232, que se refiere a las medidas de seguridad impuestas por Estados Unidos, que incluye a todas las autopartes que no fueron fabricadas en los países norteamericanos; y una tercera es la política industrial del gobierno federal de imponer aranceles adicionales a los autos terminados que México importa desde países con los que no tiene acuerdo comerciales, como los de China.
“Estamos totalmente de acuerdo de esta medida, estamos a favor de que la Secretaría de Economía haya lanzado esta iniciativa y esta política para la protección y para el fortalecimiento de la industria nacional”, declaró.