Hay circuitos en el mundo que por más profesionales y radicales en su trazado, no pueden ser parte del calendario de la F1, y uno de ellos es el, donde la Fórmula 1 ya llegó a competir en 2020, pero en el trazado de GP, pero no en el de más de 25 kilómetros de longitud.
Un monoplaza de Fórmula 1 actual no podría aguantar las condiciones de esta pista, ya que hay elevaciones pronunciadas, muchas curvas de alta velocidad, pero todo esto en un trazado de 25.3 kilómetros, lo que se traduce en 170 curvas.
Para esto, Red Bull estará en un evento especial, con 2 monoplazas históricos para el equipo de Fórmula 1: el RB7 de 2011 que será manejado por Sebastian Vettel y el RB8 por Daniel Ricciardo, monoplaza de 2012. Ambos vehículos serán propulsados por combustibles sintéticos.
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Un evento especial y un sueño hecho realidad
Este evento será en un festival de autos de carreras, esto para inagurar una carrera de resistencia de 12 horas, la fecha de esta prueba con los monoplazas clásicos de Red Bull será para el 9 de septiembre de este año. Aparte de ver de nuevo a Sebastian Vettel tras el volante de un monoplaza.
Algo interesante es que este experimento ya se había hecho previamente, debido a que Michael Schumacher se puso tras el volante de un monoplaza del equipo de Mercedes-Benz en 2013, igual en una prueba.
Por otra parte, el Nürburgring sí llegó a ser parte del calendario de la Fórmula 1, pero esto fue hasta 1976, donde fue el trágico accidente de Niki Lauda, por ello, se dejaron de albergar premios de F1 en ese trazado gigantesco, por temas de seguridad.
Debido a eso, en 1984 se inauguró a la variante Grand Prix, que en 2013 sí se dió una carrera oficial de F1 y donde el ganador fue Mark Webber, compañero de Sebastian Vettel. Para 2014, el Gran Premio de Alemania pasó a Hockenheim, que estuvo hasta 2019.
Debido a la pandemia de Covid, se hizo el Gran Premio de Eiffel 2020 en la variante Grand Prix, con la victoria de Lewis Hamilton y un sorprendente podio de Daniel Ricciardo en Renault.