Marearse durante un viaje largo es un malestar frecuente especialmente en niños, adultos mayores y personas sensibles al movimiento. Puede manifestarse con síntomas como náuseas, sudoración fría, palidez, dolor de cabeza, aumento del ritmo cardíaco e incluso vómito. Aunque puede resultar incómodo y afectar la experiencia del pasajero, existen medidas efectivas para reducirlo y atenderlo correctamente sin poner en riesgo la seguridad en carretera.
El primer paso es mantener la calma y evitar que el pasajero entre en pánico. Lo ideal es detener el auto tan pronto como sea posible en un lugar seguro como una gasolinera, área de descanso o acotamiento de emergencia autorizado. Permitir que la persona respire aire fresco ayuda a estabilizar el cuerpo y reducir la sensación de mareo. Una recomendación útil es sentarlo con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante y los ojos abiertos, evitando movimientos bruscos.

La hidratación juega un papel fundamental. Ofrecer agua fría en pequeños sorbos puede reducir la sensación de malestar. Las bebidas muy azucaradas o los alimentos pesados no son aconsejables, ya que pueden agravar las náuseas. De igual manera, los chicles de menta o caramelos de jengibre suelen aliviar el estómago irritado. Para quienes son propensos al mareo, es recomendable comer ligero antes del viaje y evitar viajar con el estómago vacío.
¿Cómo evitar el mareo?
Dentro del vehículo, la posición del pasajero puede marcar una gran diferencia. Sentarse en el asiento delantero o en el centro de la segunda fila permite una mejor percepción del movimiento y una vista más estable de la carretera. Fijar la mirada en un punto fijo del horizonte ayuda a reducir la desorientación visual, uno de los principales causantes del mareo. Por el contrario, actividades como leer, mirar el teléfono o ver películas pueden empeorar el malestar.
Otra recomendación útil es mantener una ventilación adecuada y una temperatura fresca dentro del auto. Los olores fuertes, como perfumes intensos o alimentos, pueden desencadenar más síntomas. Si el mareo es recurrente, existen medicamentos de venta libre como dimenhidrinato o meclizina, que pueden tomarse antes del inicio del viaje, siempre bajo recomendación médica.
Si después de aplicar estas medidas el malestar persiste o se presentan síntomas preocupantes como desmayos, fiebre o dolor intenso, es importante buscar atención médica lo antes posible.