Las dos grandes marcas de Volkswagen, Audi y Porsche confirmaron en mayo pasado que buscarían ingresar a la Fórmula 1. La estrategia de Volkswagen Group era la de posicionar sus dos marcas deportivas como dos de las más relevantes y definitivas en el mundo. De por sí, ambas ya tienen una sólida raigambre en el deporte motor, y su ingreso a la F1 no habría hecho sino confirmar esas capacidades.
Audi concretó sus intenciones y confirmó en octubre un acuerdo con Sauber, quien rompió su relación con Alfa Romeo. De esta manera, Audi ingresará como un equipo independiente en 2026.
Las cosas para Porsche pintaron muy diferentes. En un principio, parecía que Porsche tenía un rumbo más sólido para ingresar a la máxima: se mantenía en conversaciones con McLaren, sin embargo, los ingleses rechazaron el intento de compra de los de Stuttgart.
Te podría interesar
Luego negoció con Sauber, e incluso con Williams, pero ambos le cerraron la puerta a Porsche. De modo que, al tener un abanico de posibilidades cada vez más cerrado, Porsche le puso el ojo a Red Bull, y de pronto parecía que todo iba viento en popa.
Así lo dijo Fritz Enzinger, uno de los altos ejecutivos de la marca que estuvo al frente de las negociaciones: “Las conversaciones iban muy bien. Ya había un apretón de manos sobre nuestra participación en el equipo, pero en el último momento el acuerdo no se cerró”.
¿Por qué Red Bull rechazó a Porsche? ¿Podría haber una renegociación?
La razón del rechazo de Red Bull hacia Porsche se conoce desde que el equipo dio por terminadas las negociaciones: Porsche pretendía comprar el 50% del equipo y tener control sobre los motores de los monoplazas.
Red Bull no podía aceptar eso, ya que fabrica sus propios motores en Red Bull Powertrains con la asistencia técnica de Honda. Red Bull, además de Ferrari, es el único equipo en la F1 que tiene toda su cadena de valor bajo el mismo techo.
Esto le brinda una ventaja competitiva que no estaba dispuesto a renunciar, sobre todo de cara a 2026, cuando dé inicio la “era sostenible de la F1”. Ezinger lo puso de esta manera en un discurso citado por medios internacionales:
“Queríamos ser socios en igualdad de condiciones. Pero, por supuesto, cada cual tiene que decidir por sí mismo si quiere vender acciones o no. Nos parece bien. Al menos nosotros nos hemos comportado justamente”.
Porsche dijo que seguiría evaluando sus opciones para su ingreso a la F1, y al parecer sus opciones son muy escasas. Pero algo sucedió recientemente que podría transformar esa narrativa: el registro de Honda como motorista de la F1 hacia 2026.
Este movimiento de Honda podría significar el final de su relación con Red Bull, y el hecho de que el equipo se quede sin su preciado socio técnico. El propio Helmut Marko ha dicho que Red Bull quiere retener a Honda a como dé lugar, pero al parecer no lo lograrán.
En este sentido, ¿podría Red Bull reconsiderar una sociedad con Porsche, a la luz de su divorcio con Honda? Dado que el acuerdo de Honda y Red Bull termina hasta 2025, quizá hasta entonces podamos ver más claramente si Porsche tiene una segunda oportunidad con Red Bull.