¡THOMAS ALBA EDISON MANEJABA UN AUTO ELÉCTRICO!

Datos que quizá no conocías sobre el pasado de los autos eléctricos

Los automóviles impulsados por electricidad tienen una larga historia llena de curiosidades. He aquí algunos datos sobre su pasado que quizá no conocías.

Auto eléctrico Columbia, 1904, de la Electric Vehicle Co.
El pasado de los autos eléctricos.Auto eléctrico Columbia, 1904, de la Electric Vehicle Co.Créditos: NMAH
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Los autos eléctricos son un gran tema en los mercados internacionales y productos muy atractivos de la cultura popular. Compañías como Tesla, Nissan, BMW, los han poco a poco insertado en diversos mercados alrededor del globo. 

Sin embargo los autos eléctricos tienen una larga historia y han estado presentes mucho antes de lo que imaginamos. Para contar su microhistoria y cómo transformaron el mundo, te presentamos datos que quizá no conocías sobre sus orígenes. 

Los autos eléctricos nacieron en el siglo XIX

No está claro quién fue el inventor del primer motor eléctrico, pero los primeros surgieron en la década de 1830. Uno de sus pioneros fue el estadounidense Thomas Davenport, quien usando un sistema electromagnético construyó un motor con 30 revoluciones por minuto de capacidad.

El británico Robert Anderson, y el húngaro Ányos Jedlik se consideran también pioneros de esta tecnología, al desarrollar y patentar motores eléctricos en 1832 y 1828 respectivamente. Estos modelos fueron embrionarios aunque dejaron una huella importante para posteriores invenciones.

Electrobat, el primer modelo eléctrico exitoso

Alrededor de 1894 el ingeniero Henry G. Morris y el químico Pedro G. Salom patentaron el primer automóvil eléctrico, llamado el Electrobat. Un año después entró en fase de producción y sus inventores fundaron la Morris & Salom Electric Carriage and Wagon Company, la primera compañía de autos eléctricos en Estados Unidos. 

El Electrobat era un carro de gran peso, con llantas de acero que avanzaba a una velocidad máxima de 24 kilómetros por hora. Era impulsado por una batería de plomo, y a pesar de ser muy poco práctico, fue el primero en ser comercialmente exitoso. 

Gaston de Chasseloup, el hombre más rápido del mundo… en 1898

Para los incipientes vehículos impulsados por electricidad la velocidad siempre fue factor. Fue así que en 1898, el conde de Gaston Chasseloup se convirtió en el hombre más rápido del mundo, al manejar su auto Jeantaud a una velocidad de 62 kilómetros por hora.

Hasta entonces, ningún ser humano había experimentado velocidad tal en un vehículo eléctrico. Por tal motivo, el conde francés se ganó el apodo de ‘El Conde Electrico’. Desafortunadamente, el récord sólo duró pocas semanas al ser superado por el belga  Camille Jenatzy al correr a 65 km/h.

La Jamais Contente, el primero en superar los 100 km/h

Esta carrera por el auto más veloz impulsado por electricidad llevó al francés Camille Jenatzy a incluir en sus autos baterías de plomo ácido. Para su prototipo La Jamais Contente, o ‘El Jamás Contento’, incluyó 80 baterías de este tipo y rompió el umbral de los 100 km/h de velocidad. Esto sucedió en 1899.

‘El Jamás Contento’ era un auto muy particular, con un diseño que recordaba a los misiles de la guerra. La intención de su inventor era darle mayor velocidad, sin embargo la posición tan alta del conductor, y sus gran chasis expuesto por debajo, estropearon gran parte de su aerodinámica.

Thomas Alba Edison era dueño de un auto eléctrico

Hacia finales del siglo XIX, el auto eléctrico gozaba de un relativo éxito, a tal grado de que Oldsmobile y General Motors los fabricaban todavía hacia 1908. Este tipo de vehículos eran más faciles de arrancar. En aquel entonces, los autos de combustible requerían de una manivela para arrancar.

De modo que el auto eléctrico se consolidó como un producto de lujo. De acuerdo a investigadores, celebridades de la época como Thomas Alba Edison o Clara Ford eran dueños de uno. Sin embargo, con el paso de los años y frente al bajo costo de los vehículos de combustible, hacia 1930 habían desaparecido del todo.